El Centre for Economic and Business Research, de Gran Bretaña, dice que los mayores deberán repensar la forma en que pasan sus activos, que la costumbre de esperar hasta la muerte para que el dinero pase de manos no se sostiene más. La situación general de los jóvenes que trabajan, incluso de los que ganan bien, no les permite comprarse una vivienda.
Actualmente la gente mayor posee un gran porción de la riqueza nacional y, dentro de lo posible dice el informe, deberían pasarla antes a sus descendientes, en el momento en que necesitan comprarse un lugar donde vivir.
Incluso sugiere que el gobierno debería introducir incentivos impositivos para que los mayores actúen anticipadamente.
El informe, que encuestó a 11.000 personas, indica que los jóvenes no pueden ahorrar lo suficiente como para lograr una jubilación cómoda. En cambio, los mayores de 65 años, tienen una riqueza inmobiliaria estimada en unos 1.300 billones (billón: millón de millones) de libras esterlinas y sus ingresos por jubilación suben más que el ingreso medio de la población activa.