Por Florencia Benedicto (*)
Nos lleva unos minutos el consumo de una cuchara de plástico mientras que a la naturaleza le lleva cientos de años en descomponerla. Además, la acumulación de plásticos también contribuye al cambio climático, dado que su producción y disposición inadecuada emiten gases de efecto invernadero.
Algunos tipos de plásticos son difíciles o imposibles de reciclar debido a sus características y propiedades. Aunque el reciclado del plástico es vital para reducir su impacto negativo, los plásticos de un solo uso, como los utensilios, envases y bolsas, presentan desafíos en el proceso de reciclaje debido a su baja calidad y mezcla de materiales. Esta dificultad en el reciclaje aumenta la cantidad de plástico no reciclado que termina contaminando el ambiente.
Cabe aclarar que la verdadera problemática radica en el uso excesivo de plásticos y en el diseño de productos que fomentan su consumo desmedido. Aunque el plástico es una solución práctica y económica en muchos ámbitos, su utilización en productos de un solo uso ha llevado a un aumento preocupante de la contaminación. Es por eso que es necesario cambiar nuestros hábitos de consumo y fomentar la utilización de alternativas reutilizables para mitigar este problema.
En la actualidad existen diversas alternativas efectivas para reducir el consumo de plásticos. La campaña #Juliosinplastico promueve el uso de productos reutilizables, como botellas de vidrio o metal en lugar de botellas plásticas desechables, y bolsas de tela en lugar de bolsas de plástico. Estos pequeños cambios en los hábitos diarios pueden marcar una gran diferencia en la reducción de desechos plásticos.
La educación y la concientización pública juegan un papel fundamental en la reducción del uso de plásticos y la promoción de prácticas sustentables. Es necesario informar a la población sobre los impactos negativos del plástico en el ambiente y fomentar el cambio de actitudes y comportamientos hacia prácticas más responsables y amigables con el planeta.
Para enfrentar el desafío de los plásticos no reciclables, es fundamental invertir en tecnologías y prácticas que promuevan la economía circular y la sustentabilidad. El desarrollo de nuevos materiales biodegradables y el impulso de la reutilización y el reciclaje eficiente son algunas de las soluciones a largo plazo para reducir la dependencia de plásticos no reciclables.
En este sentido, las empresas y la industria tienen un papel clave en la búsqueda de alternativas más sustentables y en la adopción de prácticas responsables con respecto al uso de plásticos. Es importante que asuman la responsabilidad de reducir el uso de plásticos de un solo uso en sus procesos y productos, y promuevan la transición hacia envases y materiales más amigables con el ambiente. Un ejemplo de responsabilidad empresarial en relación con el uso de plásticos es Buena Madera, la unidad de negocios de GEA que se dedica a fabricar madera plástica 100% con plásticos reciclados, especialmente aquellos que son difíciles de reinsertar en el ciclo de reciclaje convencional.
Es importante reflexionar sobre la problemática del uso excesivo de plásticos de un solo uso y nos motiva a tomar acciones concretas para reducir nuestra huella plástica en el mundo. A través de la educación, la concientización y la adopción de prácticas más sustentables, podemos contribuir a preservar el ambiente y construir un futuro más sostenible para las generaciones venideras.
(*) Cofundadora de GEA Sustentable @geasustentable