sábado, 23 de noviembre de 2024

Necesidad: la movilidad para reducir la huella de carbono

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Las personas necesitan trasladarse de un punto a otro de la ciudad y la preocupación es el impacto en el medio ambiente. Más empresas asumen su rol en la sociedad y buscan soluciones. Las apps de movilidad surgen como una de las respuestas a esta preocupación.

Los últimos dos años dejaron en evidencia la gran implicancia que las acciones y decisiones cotidianas que las personas tienen sobre el medio ambiente. El consumo de energía, la basura, la ropa y hasta la movilidad, son algunas de las causas del aumento de la huella de carbono.

Un estudio del MIT sugiere que dejar los autos en casa y usar los servicios de transporte y apps de movilidad en su lugar, puede reducir hasta tres veces el número de autos en las calles. Esto es crucial si tenemos en cuenta que, en las ciudades, la mayor contaminación del aire la aporta el transporte.

En promedio, un auto a nafta produce el equivalente a 180 g de CO2 por kilómetro.

De esta forma, las apps de movilidad se muestran como una opción que permite disminuir la cantidad de autos en las calles y que el transporte en la ciudad sea más eficiente. Un ejemplo de esto es Beat, una de las apps de movilidad que opera en Buenos Aires, que incluye, además, a taxistas en su plataforma, lo cual permite reducir la circulación de vehículos en busca de pasajeros.

Las tareas diarias que forman parte de la rutina contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), que son aquellos que incrementan la temperatura de la Tierra. Por ello, el aumento de la emisión de GEI tiene una relación directa con el calentamiento global. Según datos del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero, la categoría de transporte genera el 15,5% de GEI totales en el país, solo detrás del sector de ganadería, que genera el 20,7%.

El reporte de transporte del Texas A&M Transportation Institute explica que la congestión en las grandes ciudades genera más de 59.000 millones de litros adicionales de combustible quemado al año. Esto, si tenemos en cuenta que Buenos Aires fue calificada como la octava ciudad más lenta para transportarse del mundo, según Moneybarn, se potencia en ciudades con grandes aglomeraciones de autos.

Si de América Latina se trata, el transporte compartido y los autos eléctricos resultan una necesidad si pensamos que la región posee más de 660 millones de habitantes, de los cuales el 83% vive en zonas urbanas. Para 2050, esta cifra podría ascender al 90%, según las previsiones de UN-Habitat. No sólo eso, sino que en la próxima década se estima que la población urbana total aumentará a 711 millones.

Para Beat, el futuro de la movilidad en América Latina sólo puede ser sostenible. En una búsqueda constante de la forma de reducir la huella de carbono y mitigar el efecto que el transporte tiene en el medio ambiente, la empresa lanzó Beat Tesla y Beat Zero en 2020 y 2022, respectivamente, siendo pionera al ofrecer el primer modelo que contempla una flota de autos híbridos y eléctricos propios.

“Creemos que el transporte eléctrico jugará un rol clave en la construcción de ciudades modernas y sustentables. En octubre de 2020, presentamos en la Ciudad de México, Beat Tesla, el primer y más grande servicio privado de vehículos totalmente eléctricos en América Latina. El siguiente paso que dimos en este camino fue, en febrero de este año, cuando anunciamos el lanzamiento de Beat Zero, un nuevo servicio con una flota privada de autos totalmente eléctricos, operados por conductores contratados y flota privada propia. La visión detrás de estos servicios es proporcionar soluciones de transporte alternativas en Latinoamérica, reduciendo la congestión en las calles, mientras que mitigamos el impacto de nuestras acciones sobre el medio ambiente”, agregó Patricia Jebsen.

Este modelo aún parece lejano para Argentina, pero según un informe del Sistema de Información Online del Mercado Automotor (SIOMMA), durante el 2021, en el país, se vendieron 5.871 vehículos entre híbridos y eléctricos, lo cual implica un crecimiento del 148% con respecto al 2020 (3.488 vehículos más), y evidencia una mayor preocupación de los compradores por el impacto ambiental que tienen sus vehículos.

 

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