Las nuevas herramientas basadas en inteligencia artificial (IA) pueden ayudar a llevar a las empresas al siguiente nivel de medición y seguimiento y, en última instancia, a una reducción significativa de las emisiones
El 85% de las organizaciones están preocupadas por reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Según una nueva encuesta publicada por Boston Consulting Group (BCG) y BCG GAMMA, titulada “Use AI to Measure Emissions—Exhaustively, Accurately, and Frequently[1]”, la medición es el obstáculo más importante, ya que sólo el 9% de las empresas pueden cuantificar sus emisiones totales de manera integral.
Para evaluar la capacidad de las empresas para medir y reducir sus emisiones, BCG recopiló y analizó las respuestas de los ejecutivos de 1290 organizaciones – pertenecientes a nueve industrias de todo el mundo – que cuentan con una responsabilidad total o parcial en la toma de decisiones de este aspecto.
La encuesta reveló que las empresas no están midiendo sus emisiones de la siguiente manera:
- Exhaustivamente:El 81% de los encuestados omite algunas de sus emisiones internas (las relacionadas con las actividades propias de la empresa) en sus informes, y el 66% de los encuestados no informa ninguna de sus emisiones externas (las relacionadas con la cadena de valor de la empresa).
- Con precisión: Los encuestados estiman una tasa de error promedio del 30% al 40% en su medición de emisiones.
- Con frecuencia:El 53% de los encuestados dice que tiene dificultades para realizar un seguimiento y tomar decisiones debido a la poca frecuencia de las mediciones.
- Automáticamente:El 86% de los encuestados aún registra e informa sus emisiones manualmente utilizando hojas de cálculo y sólo el 22% de los encuestados tiene procesos automatizados.
El 87% de los encuestados desea aumentar el alcance de sus informes, mientras que el 66% espera actualizar sus informes de emisiones anualmente, o incluso con más frecuencia.
Sin embargo, para hacerlo de manera efectiva, necesitarán nuevas herramientas basadas en inteligencia artificial (IA). Las organizaciones pueden utilizar estas herramientas de diversas formas, incluso para inferir e informar datos automáticamente, calcular la huella de carbono, ejecutar simulaciones, establecer objetivos o gestionar una cartera global de iniciativas de reducción y más.
“Si las organizaciones desean reducir a la mitad sus emisiones para 2030, según el Acuerdo de París, y eventualmente alcanzar la meta de cero emisiones, antes deben lograr medir de manera exhaustiva, precisa y frecuente. Comprender el alcance y la composición completa de sus emisiones (internas y externas) es clave para enfocar los esfuerzos de reducción,” explica Cristián Carafí, Managing Director & Partner de BCG.
La IA puede permitir de forma directa la reducción de las emisiones de las empresas hasta en un 40% mediante la identificación de las mejores iniciativas, el seguimiento de los resultados y la optimización de operaciones. “Es necesario contar con esta información completa y de calidad para poder analizar las huellas actuales, designar objetivos apropiados, diseñar las iniciativas adecuadas y, en última instancia, realizar un seguimiento de los resultados,” finaliza Cristián Carafí.