No hace falta abundar sobre la grandeza del gran renacentista pero hace mucho tiempo que los académicos buscan una explicación para tantos proyectos inconclusos. Muchos dicen que La Mona Lisa, para muchos la pintura más perfecta del mundo, no está totalmente terminada.
Medio milenio después de su muerte, un grupo de académicos del King´s College de Londres y de la Universidad de Pavia en Italia consultaron documentos de contemporáneos de Leonardo y concluyen que sus problemas con el manejo del tiempo, la concentración y la persistente postergacion podrían ser atribuidos a un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (ADHD según siglas inglesas).
Marco Catani, profesor de neuroanatomía y psiquiatría del King’s College de Londres y Paolo Mazzarello, profesor del departamento de ciencias conductuales de la Universidad de Pavia dicen que el desorden podría explicar aspectos de su temperamento y la extraña forma de su disperso genio.
“Sería históricamente incorrecto aceptar el relato biográfico de los autores románticos de Leonardo que lo presentan como un genio solitario que no fue apreciado por sus contemporáneos debido a sus ideas demasiado avanzadas para la época”, escriben los académicos.
“Sus biógrafos más cuidadosos siempre indicaron que Leonardo se esforzaba por complacer a sus clientes, que invariablemente quedaban insatisfechos por las demoras o el incumplimiento. Lo que sus contemporáneos nunca entendieron ni perdonaron fue su falta de disciplina, no su mente visionaria, dicen.
“Aunque es imposible hacer un diagnóstico de alguien que vivió hace 500 años – señala Catani en un comunicado –, creo que el ADHD es la hipótesis más convincente y científicamente plausible para explicar la dificultad de Leonardo para terminar sus trabajos. Los registros históricos muestran que pasó demasiado tiempo planificando proyectos y que carecía de perseverancia. El ADHD podría explicar esas conductas.”
Junto con los informes de comportamiento errático y proyectos incompletos de otros artistas y colaboradores, Catani afirma que hay evidencia indirecta que sugiere que el cerebro de Leonardo estaba organizado de manera poco habitual. Era zurdo y probablemente disléxico (según se deduce de ciertos errores en sus notas y cuadernos), algo común entre las personas con ADHD
Catani y Mazzarello mencionan la tendencia de Leonardo de saltar de trabajo en trabajo, su costumbre de trabajar durante la noche, de dormir poco y de alternar siestas cortas con cortosperíodos de vigilia. También dicen que sobrevivió a un ACV del hemisferio izquierdo a los 65 años con su capacidad para hablar intacta. Esto indicaría un “dominio revertido del hemisferio derecho para el lenguaje”, un rasgo presente en 5% de la población.
Quizás la cualidad más clara a la hora de pensar en ADHD es la insaciable curiosidad de Leonardo, que impulsó su creatividad, pero también lo distraía. Catani sugiere que el ADHD puede también tener efectos positivos, como alimentar la creatividad y la originalidad. Sin embargo, si bien es beneficioso en las etapas iniciales del proceso creativo, los mismos rasgos pueden ser un obstáculo cuando el interés cambia a otra cosa.
Algunos investigadores anteriores habían sugerido que Leonardo tenía dislexia, una dificultad del aprendizaje que suele diagnosticarse junto con el ADHD.
“Es indudable que Leonardo logró muchísimo más de lo que cualquier ser humano habría soñado conseguir en la vida, pero uno se pregunta cuál habría sido el impacto de su labor en la historia si hubiera podido aplicarse a su arte con más perseverancia y diseminar sus intuiciones y sus descubrimientos”, concluyen.
“Eso, combinado con el hecho que las personas con ADHD no le temen al riesgo y piensan con originalidad puede intensificar la creatividad y la productividad”.
La investigación también podría cuestionar la creencia que el ADHD es una afección solamente de la infancia. Para mucha gente el ADHD es una condición que dura toda la vida y no algo que se supera con el paso de los años.