domingo, 22 de diciembre de 2024

Las mujeres emprendedoras se empoderan con su propio poder

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La idea principal es realizar un breve y contundente destaque de las capacidades de las mujeres en los negocios.

La idea principal es realizar un breve y contundente destaque de las capacidades de las mujeres en los negocios, dado que siempre es justo y necesario reconocerlo, no sólo para ellas sino también para ellos. Suelo decir que los negocios no tienen sexo, como tampoco lo tienen la libertad, el arte, la voz y la lucha.

Por Marcelo Carbone (*)

Y esto inmediatamente me remite a las inequidades enfermizas que persisten en ámbitos laborales, entre mujeres y hombres. Es entonces que me enfrasco en mis pensamientos y me aferro a mi más positiva tozudez, y me pregunto una vez más “¿qué estamos haciendo? Cerrar los ojos e impedir la justa valoración de las cualidades femeninas que hacen a las mujeres mucho más aptas para hacer negocios que sus compañeros hombres en ciertas condiciones, nos remite y embarra en un diferendo cultural semejante a los problemas raciales de principios de siglo, los cuales en algunos casos también persisten en menor medida, y me hacen hasta desconfiar de la condición humana de ciertos seres.

Si sabemos que, hoy más que nunca, los negocios son construcciones intelectuales, dudar de la potencia femenina para hacer negocios es poner en duda su intelectualidad, y eso no solo es un error, sino también una aberración. Asimismo, comprender y aceptar los diferenciales que hacen mejores a las mujeres que los hombres en determinados contextos, no implica que los hombres que rodean a esas mujeres sean menos hombres, y lo dice un señor “hetero” de cincuenta que aprendió a lavar y coser en la primaria, y elije la marca de detergente que no le arruina las manos.

Las mujeres emprendedoras se empoderan con su propio poder, sin que los hombres se lo cedan, simplemente porque no necesariamente lo tienen, y sus capacidades emanan de su propia configuración de conductas. Para graficar esto que estoy proponiendo, voy a permitirme analizar solo tres actividades en las cuales las nuevas empresarias, en sus emprendimientos, deben poner fuerzas para aplicar su gran diferencial:

  • Gestión del riesgo: la calidad de un buen análisis de riesgo radica en la capacidad de construcción de escenarios múltiples, con situaciones disímiles, sobre los cuales aplicar lo que en estrategia se conoce como “actitud prospectiva”, o sea, poder mirar situaciones futuras potenciales para poder atacarlas desde el presente.
  • Análisis de alternativas: tanto para las cuestiones operativas, como para las comerciales o las financieras (haciendo énfasis en éstas últimas) son especiales para demostrar la aptitud de enfocar varias construcciones intelectuales en forma concurrente, ya que el igual que en la gestión del riesgo les permiten a las mujeres manejar multiplicidad de escenarios.
  • Percepción conductual: si en este mundo alguien no ha escuchado o tratado el famoso “sexto sentido” de las mujeres, vivió en un universo paralelo, lamentablemente. Lejos de tratarse de algo esotérico, este sentido es muy natural, y se basa en la sensibilidad femenina de comprender en forma especial los gestos, actitudes y especialmente lo que conocemos como “lenguaje no verbal”. Estas capacidades enfocadas en el contacto interpersonal, el trato con el cliente, las ventas y la satisfacción total del usuario de cualquier producto o servicio, constituye en un triunfo asegurado, sin lugar a duda.

Todo lo que acabo de exponer no es una loa a la feminidad, sino una forma de reconocer el potencial de las mujeres en los negocios, o más bien una minúscula parte de dicho potencial. Falta mucho por hacer para que seamos una sociedad global verdaderamente igualitaria, donde el fruto del trabajo de una mujer no sea más pequeño que el de un varón, por el mismo esfuerzo y capacidad. Y para mis amigas empresarias y emprendedoras, les dejo una reflexión derivada de un viejo axioma que aplico todo momento, con una pequeña modificación de forma: “Sin saber que era imposible, la mujer decidida lo hizo…”.

(*) Consultor, especialista en Gestión y Calidad, emprendedor serial, asesor de empresas y pymes, docente y CEO de Grupo Crescent y Pertix Tech.

 

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