Si falta la vida estudiantil falta una parte importante del proceso de estudiar. La pandemia trajo a la luz las ventajas de la enseñanza presencial, que incluye el contacto humano, los encuentros sociales, el relacionamiento, las salidas de estudios, y más.
La pandemia cambió muchas actitudes respecto de la enseñanza a distancia. Una encuesta realizada por el grupo de investigación Carrington Crisp encontró que 18% de los futuros alumnos en programas de MBA considerarían estudiar online o con modelos híbridos, que combinen enseñanza presencial con virtual. La misma encuesta el año pasado arrojó 11,5%. Además, 64% de los respondentes dijeron estar dispuestos a considerar aquellas escuelas que ofrezcan programas flexibles de estudio.
La educación digital todavía está en sus primeras etapas de desarrollo y la pandemia contribuyó a resaltar sus defectos. Las escuelas dicen que l giro hacia la enseñanza remota afectó la salud mental de los estudiantes y que eso las llevó a reforzar los servicios de soporte psicológico.
A muchas instituciones se les está pidiendo también que reduzcan el monto de las cuotas. Muchos participantes dicen que, cuando las clases son online, las cuotas deberían ser más bajas por la falta de relacionamiento social y de contacto humano. Pero estos reclamos, por lo general, han sido rechazados porque las escuelas argumentan que han tenido que invertir mucho para instalar los sistemas de enseñanza online.
Ahora que muchas empresas están concibiendo una combinación permanente de trabajo remoto y presencial, las escuelas de negocios dicen que los modelos de educación combinada reflejan mejor las nuevas prácticas de trabajo y los procesos virtuales de reclutamiento que aumentaron en todo el mundo el acceso a los empleadores.
