Las primeras pruebas de laboratorio sugieren que los anticuerpos generados por la vacuna Moderna pueden reconocer y pelear contra las nuevas variantes.
Esas nuevas cepas se han venido desparramando por varios países en los últimos meses. Han sufrido cambios o mutaciones y eso significa que pueden infectar las células humanas con más facilidad que la versión original del coronavirus que inició la pandemia.
Las actuales vacunas fueron diseñadas para combatir las primeras variantes, pero los científicos creen que igualmente pueden combatir las variantes, aunque probablemente no tan bien. Ya hay algunos resultados que sugieren que la vacuna de Pfizer protege contra la variante británica.
En el estudio realizado sobre la vacuna Moderna, los investigadores estudiaron muestras de sangre obtenidas de ocho personas que habían recibido las dos dosis recomendadas de la vacuna Moderna. Los resultados todavía deben ser revisados, pero sugieren que la inmunidad obtenida con la vacuna reconoce las nuevas variantes. Los anticuerpos que fabrica el sistema inmunológico impiden al virus entrar a las células.
Las muestras expuestas a las nuevas variantes parecían tener suficientes anticuerpos para lograr un efecto neutralizador, aunque no tan fuerte para la variante sudafricana como para la británica.