Durante siglos reinaron las pizarritas sobre las que cada niño escribía y practicaba, luego llegó el pizarrón y la tiza. Ahora los estudiantes tienen al alcance de un clic el vasto conocimiento de Google, mucho más grande que el de cualquier maestro individual. La reflexión la hace Kenneth Baker, ex secretario de Educación de Gran Bretaña.
El coronavirus le dio a las escuelas Zoom, Microsoft Teams y Google Classroom. La tecnología convierte en aula la pantalla de una laptop, donde estudiantes y maestros se ven e intercambian preguntas en un verdadero aprendizaj colaborativo.
En cuanto comenzó la cuarentena británica, el Departamento de Educación lanzó una nueva escuela online que llamó Oak National Academy. Allí 2 millones de lecciones se pusieron a disposición de los estudiantes de todo el país. “La necesidad es la madre de la invención”, dice Baker.
Las universidades pusieron programas de enseñanza online y la asistencia a ellos varía del 50% al 95%.Los estudiantes disfrutan las lecciones virtuales porque eliminan la necesidad de viajar hasta la universidad.
Una de las consecuencias que Baker ve como posibles después que pase la pandemia es mayor interés por la tecnología y la computación y las ciencias, conocimientos que considera esenciales para el mercado laboral que se viene.