El estudio, realizado en la Columbia Business School, concluyó que la exposición a la contaminación del aire puede generar conductas tramposas y hasta criminales.
Los investigadores encontraron que las ciudades con mayores niveles de polución de aire tienen mayores tasas de criminalidad. Es decir, la relación entre contaminación y delincuencia se mantiene por encima de cualquier otro parámetro que pueda considerarse: da igual la población total de la ciudad, el número de policías, la edad media de la población, la distribución de género o raza, índice de pobreza, tasa de desempleo o condiciones socioeconómicas de la población.
Para establecer una relación causal directa, entre la experiencia de polución ambiental y conductas no éticas,s los investigadores realizaron una serie de experimentos.
En dos de ellos, los participantes miraron fotos de escenas contaminadas y limpias tomadas en los mismos lugares en Beijing y escribieron sobre cómo sería vivir allí. Luego los ensayos fueron clasificados según elnivel de ansiedad que expresaban los participantes.
En uno de los experimentos realizados con estudiantes universitarios en Estados Unidos, los investigadores midieron la frecuencia con que los participantes hacían trampa al comunicar resultados; en el otro experimento, con adultos en India, midieron la disposición de los participantes a usar estrategias de negociación poco éticas.
La conclusión a que se llega luego del análisis cuidadoso de los resultados obtenidos con los múltiples experimentos es que la contaminación del aire no solo corrompe la salud de las personas sino también puede degradar su sistema de valores y principios.
