La ciencia parece perder su capacidad de disrupción
Este noble oficio parece estar ralentizando su capacidad de alterar lo convencional. Según los creadores de la métrica, una prueba de esta desaceleración son las solicitudes de patentes cada vez menos novedosas.
En lugar de acuñar formas de pensar revolucionarias, la ciencia y la tecnología pulen cada vez más las mismas monedas conceptuales. Si la investigación repetitiva está desplazando a su prima más radical, en posible detrimento del conocimiento, el bienestar humano y la economía, entonces la ciencia y la tecnología podrían requerir alguna disrupción propia.
¿Por qué la ciencia y la tecnología parecen cada vez menos revolucionarias? El escritor científico estadounidense John Horgan, autor del libro The End of Science (El fin de la ciencia) en 1996, cree que la era de los grandes descubrimientos ha llegado a su fin.
Según Horgan, sólo hay un número limitado de verdades que descubrir, de paradigmas que cambiar y, por lo tanto, de disrupciones que agotar.
