Los pronósticos del presidente de General Motors

Richard Wagoner aprovechó la inauguración del Salón del Automóvil de Ginebra para especular con un escenario mundial dominado por seis grandes grupos, y tres o cuatro fabricantes pequeños.

3 marzo, 2001

(EFE).- El presidente de General Motors (GM), Richard Wagoner, ha preconizado para los próximos años, un sector automovilístico mundial dominado por seis grandes grupos y otros tres o cuatro más pequeños, pero muy rentables.

Richard Wagoner hizo estas declaraciones con motivo de la 71 edición del Salón del Automóvil de Ginebra, y que se celebrará en la localidad suiza hasta el próximo día 11.

Según el máximo responsable de la principal multinacional automovilística, ese panorama sectorial que augura “es una estructura que es previsible se mantenga algún tiempo”.

No obstante, Wagoner puntualizó que “en los próximos dos o tres años habrá menos actividad en ese sentido de las fusiones que en el último trienio, en el que hubo muchos e importantes movimientos, algunos todavía en fase de consolidación. Habrá una desaceleración en las fusiones, salvo en vehículos industriales”.

Wagoner no eludió opinar sobre los problemas de la fusión entre Daimler_Benz y Chrysler cuando afirmo que “los problemas de esta fusión han puesto de manifiesto las dificultades que tienen estas operaciones tan grandes y el trabajo que queda pendiente de hacer, así como los cambios de cultura y actitudes, que todo el que quiera entrar en este tipo de operaciones, tiene que asumir”.

En cuanto a la alianza comercial entre General Motors y Fiat, aseguró que no hay, por ahora, intención de aumentar el cruce de participaciones por el que GM ha tomado 20% del fabricante italiano y éste, a cambio, gestiona 5% del estadounidense.

“Lo que sí que va a aumentar -dijo Wagoner- son las áreas de colaboración entre las dos empresas”.

Wagoner reiteró que la producción de un segundo modelo de la marca Opel (perteneciente a GM-Europa) en la planta española de Figueruelas (Zaragoza) “es una posibilidad”.

“El concepto que se tiene en GM de Zaragoza -agregó Wagoner- es el de una planta muy eficiente, que hace un producto de alta calidad y, por ello, está muy bien considerada en la empresa. Es una gran candidata a ese producto, pero la presión de competitividad que hay entre todas las plantas de GM hace que se mida mucho la decisión definitiva”.

Las medidas de reestructuración anunciadas por GM a primeros de año, según Wagoner, no van a afectar a la planta de Figueruelas, puesto que el programa de inversiones en desarrollo de producto permanece invariable y con los cierres de las fábricas de Lutton (Gran Bretaña) y Turquía se entiende conseguido el objetivo de reducción de capacidad de la multinacional.

Pese a la adopción de estas medidas de ajuste, Wagoner piensa que para este año las constantes de la economía estadounidense mantienen un buen tono, gracias a las decisiones tomadas por la Reserva Federal.

Como prueba de esa confianza, Wagoner anunció que “aparte de Oldsmobile no hay intención de dejar de producir ninguna de las otras marcas del grupo”, al tiempo que desmintió el cierre de Buick, tal como se ha escrito en la prensa de Estados Unidos, ya que es una de las marcas más rentables.

La crisis financiera turca, para el presidente de GM, no tiene por qué extenderse a otras economías emergentes, en las que la firma estadounidense tiene comprometidas importantes inversiones.

“La mayor presencia de GM en economías emergentes -subrayó Wagoner- tiene lugar en América latina, donde a excepción de la Argentina, la senda de recuperación es buena, y también los de Asia Pacífico, como Tailandia y otros, que parecen encontrarse en buena situación sin signos de alarma por posibles recaídas”.

El mercado europeo, a juicio de Wagoner, tiene todas las referencias para repetir los resultados de los dos años anteriores, con una especial mención hacia las posibilidades de recuperación de Alemania.

(EFE).- El presidente de General Motors (GM), Richard Wagoner, ha preconizado para los próximos años, un sector automovilístico mundial dominado por seis grandes grupos y otros tres o cuatro más pequeños, pero muy rentables.

Richard Wagoner hizo estas declaraciones con motivo de la 71 edición del Salón del Automóvil de Ginebra, y que se celebrará en la localidad suiza hasta el próximo día 11.

Según el máximo responsable de la principal multinacional automovilística, ese panorama sectorial que augura “es una estructura que es previsible se mantenga algún tiempo”.

No obstante, Wagoner puntualizó que “en los próximos dos o tres años habrá menos actividad en ese sentido de las fusiones que en el último trienio, en el que hubo muchos e importantes movimientos, algunos todavía en fase de consolidación. Habrá una desaceleración en las fusiones, salvo en vehículos industriales”.

Wagoner no eludió opinar sobre los problemas de la fusión entre Daimler_Benz y Chrysler cuando afirmo que “los problemas de esta fusión han puesto de manifiesto las dificultades que tienen estas operaciones tan grandes y el trabajo que queda pendiente de hacer, así como los cambios de cultura y actitudes, que todo el que quiera entrar en este tipo de operaciones, tiene que asumir”.

En cuanto a la alianza comercial entre General Motors y Fiat, aseguró que no hay, por ahora, intención de aumentar el cruce de participaciones por el que GM ha tomado 20% del fabricante italiano y éste, a cambio, gestiona 5% del estadounidense.

“Lo que sí que va a aumentar -dijo Wagoner- son las áreas de colaboración entre las dos empresas”.

Wagoner reiteró que la producción de un segundo modelo de la marca Opel (perteneciente a GM-Europa) en la planta española de Figueruelas (Zaragoza) “es una posibilidad”.

“El concepto que se tiene en GM de Zaragoza -agregó Wagoner- es el de una planta muy eficiente, que hace un producto de alta calidad y, por ello, está muy bien considerada en la empresa. Es una gran candidata a ese producto, pero la presión de competitividad que hay entre todas las plantas de GM hace que se mida mucho la decisión definitiva”.

Las medidas de reestructuración anunciadas por GM a primeros de año, según Wagoner, no van a afectar a la planta de Figueruelas, puesto que el programa de inversiones en desarrollo de producto permanece invariable y con los cierres de las fábricas de Lutton (Gran Bretaña) y Turquía se entiende conseguido el objetivo de reducción de capacidad de la multinacional.

Pese a la adopción de estas medidas de ajuste, Wagoner piensa que para este año las constantes de la economía estadounidense mantienen un buen tono, gracias a las decisiones tomadas por la Reserva Federal.

Como prueba de esa confianza, Wagoner anunció que “aparte de Oldsmobile no hay intención de dejar de producir ninguna de las otras marcas del grupo”, al tiempo que desmintió el cierre de Buick, tal como se ha escrito en la prensa de Estados Unidos, ya que es una de las marcas más rentables.

La crisis financiera turca, para el presidente de GM, no tiene por qué extenderse a otras economías emergentes, en las que la firma estadounidense tiene comprometidas importantes inversiones.

“La mayor presencia de GM en economías emergentes -subrayó Wagoner- tiene lugar en América latina, donde a excepción de la Argentina, la senda de recuperación es buena, y también los de Asia Pacífico, como Tailandia y otros, que parecen encontrarse en buena situación sin signos de alarma por posibles recaídas”.

El mercado europeo, a juicio de Wagoner, tiene todas las referencias para repetir los resultados de los dos años anteriores, con una especial mención hacia las posibilidades de recuperación de Alemania.

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