Un montón de basura plástica en el océano ha crecido hasta tener el tamaño de Francia y hay grupos que reclaman se lo reconozca como nación. La Plastic Oceans Foundation se asoció con la publicación LadBible para realizar una campaña pidiendo se lo reconozca como país oficial.
Basan la campaña en la Convención de Montevideo 1993 sobre derechos y deberes de los Estados. En el artículo 1 del documento que resultó de esa convención se establece que un país debe: definir un territorio, formar un gobierno, interactuar con otros estados y tener una población permanente.
Lo que han llamado el Great Pacific Garbage Patch (el Gran Basural del Pacífico) tiene fronteras (en cierto sentido) y es fácil crear un gobierno e instituciones para interactuar con otros. El ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore firmó una solicitud para que se le considere primer ciudadano y el documento ha reunido más de 100.000 firmas pidiendo la ciudadanía.
La campaña, que es obra de los publicistas Michael Hughes y Dalatando Almeida con un equipo de diseñadores que crearon bandera, pasaporte, moneda y estampillas.
El nombre que dan al país es The Trash Isles (las Islas Basura), al que le atribuyen existencia según la teoría del Estado, cuya existencia política es independiente del reconocimiento de los demás.
Aunque no lo consigan, están poniendo en evidencia la existencia de un problema inmenso para la humanidad y el planeta. El plástico en el océano no sólo daña los animales sino que termina como micropartículas en los peces y otros alimentos que consumen los seres humanos. Han calculado que para 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos