El estudio se hizo en base a una encuesta realizada a más de 1.000 ejecutivos de alto nivel de las principales empresas de 11 mercados clave.
Las grandes empresas tienen cada vez más confianza en sus estrategias de descarbonización, pero la falta de conocimientos específicos sobre cambio climático representa un riesgo para el negocio. La transición hacia una economía global con bajas emisiones de carbono es, desde ya, una realidad en todo el mundo. Este es un proceso único y complejo que no depende sólo de la capacidad técnica o económica de las organizaciones. El factor humano es la clave en el progreso hacia la descarbonización.
Las empresas reconocen que la implementación de soluciones depende del compromiso de los empleados en torno a este importante tema y que eso requiere de una capacitación adecuada y de habilidades muy específicas. Existe, además, una oportunidad para la cooperación entre las empresas, los proveedores de capacitación y los gobiernos para avanzar en este punto.
Difundido en ocasión de la COP26, el informe “Climate Change & the People Factor” (“El cambio climático y el factor humano”) de Eversheds Sutherland y KPMG, está basado en una encuesta realizada a más de 1.000 miembros de consejos de administración, directores y ejecutivos de alto nivel de las principales empresas de 11 mercados clave, y ofrece información crucial respecto a la importancia del factor humano en la estrategia de las empresas para gestionar los riesgos asociados al cambio climático.
Las principales conclusiones
Crece la confianza y las oportunidades
- Todos los encuestados afirmaron que sus empresas tienen una estrategia o un plan para identificar, calificar e informar el riesgo climático para el negocio. Sin embargo, solo la mitad ha establecido un plan de descarbonización claramente definido hasta la fecha.
- El 74% indica que tiene el conocimiento, los recursos, las habilidades y la experiencia en materia climática para desarrollar y cumplir con su plan de descarbonización actual. El año pasado, el 47% había afirmado que no tener las habilidades adecuadas era la barrera más desafiante para la descarbonización.
- Más de la mitad de los encuestados señaló que sus empresas aún no han nombrado a un experto en cambio climático en el consejo.
Los impactos en el negocio y la fuerza laboral
Casi todos los encuestados reconocen que son necesarios cambios significativos en el modelo de negocio de su empresa para enfrentar eficazmente el riesgo climático. El año pasado, solo el 74% había identificado que eran necesarios cambios significativos en el modelo de negocio.
- Cerca de dos tercios de los ejecutivos encuestados indicó que esperan algún impacto negativo en la fuerza laboral debido a la descarbonización. Esto incluye a casi un tercio de los encuestados, que prevén despidos como parte de su transición hacia una organización baja en carbono.
- Casi todos los que visualizan una escasez de habilidades planean mejorar o volver a capacitar a su fuerza laboral para satisfacer sus necesidades.
Según Manuel Fernandes, socio líder de Energía y Recursos Naturales de KPMG en América Latina, el nuevo informe es bastante claro. Para hacer frente al desafío del cambio climático se necesita tecnología, inversión y políticas adecuadas. Pero eso no es todo. “Son las personas las que tienen el rol decisivo para cumplir con los objetivos planteados en materia de cambio climático. Es así como, para disminuir las emisiones de carbono, los nuevos modelos de negocio deben ser diseñados alrededor de la fuerza laboral, involucrando tanto a los empleados como a la comunidad, y promoviendo la capacitación y la innovación”, sostuvo.
La participación de la fuerza laboral será fundamental
- Dado que el 46% de los encuestados prevé un alto nivel de resistencia a los cambios necesarios en el modelo de negocio, la gestión eficaz del cambio se convertirá en un factor importante.
- Si bien la gran mayoría de los encuestados afirmó que sus empresas han introducido objetivos de desempeño e incentivos de remuneración para el personal directivo y superior, menos de un tercio ha establecido indicadores clave de desempeño individuales o de equipo, o incentivos de remuneración vinculados a los objetivos de descarbonización para el resto de los trabajadores.
Por último, Romina Bracco, socia Líder de Gobierno Corporativo, Riesgo y Cumplimiento (GRCS) y de ESG y Sustentabilidad de KPMG en Argentina, cree que “si bien ciertas industrias hace tiempo se encuentran trabajando en la medición, reducción y mitigación de emisiones, en aquellas organizaciones con menores niveles de emisión, que contribuyen en menor medida con el efecto invernadero, existe un desconocimiento generalizado respecto a que implica la descarbonización y como traducirlo en acciones concretas tanto en el ámbito laboral como el privado. El rol de los todos los colaboradores es central, y para ello hay una necesidad de comunicar y concientizar a toda la fuerza laboral, proveedores, clientes y comunidades. Lograr ser una empresa neutral de carbono conlleva el cumplimiento propio y de toda la cadena de valor, por ello requiere concientización de todas las partes involucradas”.