En julio pasado, el Instituto de Ciencias Sociales y Disciplinas Proyectuales (INSOD) de UADE realizó una encuesta online a fin de indagar los usos y costumbres relacionados con la administración de las finanzas personales.
La encuesta estuvo principalmente enfocada en ciudadanos de nivel socioeconómico medio y medio-alto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y localidades del conurbano bonaerense. Se alcanzó un total de 1079 respuestas, entre personas (52% hombres, 48% mujeres) con un promedio de 27 años, la mayoría de ellas con nivel secundario completo y estudios universitarios en curso.
Por su parte, las criptomonedas fueron seleccionadas por un 10% de los encuestados. Durante el último año, los rubros con mayor recorte de presupuesto fueron las salidas recreativas (cines, teatros, boliches, recitales y
restaurantes) y los festejos en general (organización de celebraciones o compra de regalos).
En caso de necesitar dinero con cierta urgencia, el 71% de los encuestados afirmó que prefiere pedir ayuda a un familiar. En tanto el 13% eligió el mercado informal (venta de divisas) para financiarse en situaciones de apuro.
En cuanto al resultado de las inversiones realizadas durante el último año, el 39% respondió no haber perdido ni ganado, mientras que un 36% indicó haber ganado poco.
Respecto de 2021, esto significó una disminución importante ya que, en ese momento, 9 de cada 10 habían afirmado haber obtenido alguna ganancia.
Entre los medios de pago más utilizados, se ubicaron Mercado Pago (56% señaló utilizarla siempre o casi siempre), tarjeta de débito (51% siempre o casi siempre) y pesos en efectivo (47% siempre o casi siempre).
Otra dimensión indagada en relación con las finanzas personales consistió en las distintas alternativas para ahorrar, entre quienes tienen esa posibilidad. El 46% afirmó preferir la adquisición de dólares en efectivo para atesorar, mientras que un 11% también eligió la divisa norteamericana, pero comprando a través de una cuenta bancaria. Por otra parte, un 13% optó por el plazo fijo en pesos como instrumento de mayor frecuencia para ahorrar
La encuesta presentó diferentes rubros (utilizados frecuentemente) para indagar acerca de posibles reducciones en el presupuesto destinado a cada uno de ellos, por parte de los individuos.
Las salidas recreativas (acá se contemplaron los cines, teatros, boliches, recitales y restaurantes) fueron las actividades que más se ajustaron: el 30% aseguró que las recortó y el 31% respondió lo mismo, pero en ocasiones. En segundo lugar, en términos de recorte, quedaron las fiestas y los regalos para ocasiones especiales: 26% dijo que sí y un mismo porcentaje señaló “en ocasiones”.
Y algo similar ocurrió con la categoría de cuidado personal (peluquerías y artículos de perfumería): 23% para el sí y 22% “en ocasiones”. Por otro lado, los rubros que menos sufrieron ajustes fueron la Salud (acá se incluyen las prepagas y las compras para medicamentos) y la Educación formal propia o del grupo familiar: 83% y 82%, respectivamente, aseguraron que no
disminuyeron el presupuesto en esas categorías.
En algunas circunstancias, las formas de financiar una deuda o un gasto inesperado siguen distintos caminos. Se le preguntó a los encuestados a qué institución o a quiénes suelen recurrir cuando los ingresos personales no alcanzan para cubrir una urgencia o necesidad.
El 71% afirmó pedir ayuda a un familiar. Por otra parte, el 13% eligió recurrir al mercado informal (venta de divisas) para financiarse. Cuando se realiza una apertura de estas decisiones por rango de edad, se observan algunas diferencias: los más jóvenes (18 a 34 años) son más propensos a recurrir a la ayuda de un familiar, mientras que aquellos que se encuentran en una franja de mediana edad (35 a 54 años) incorporan otras alternativas como los bancos y el mercado informal. Es en la franja etaria de 55 a 64 la que diversifica más las alternativas: familia, banco, mercado informal, destacándose el rol de los amigos (25%). Aquellos de más de 65 años, recurren mayormente al mercado informal.
