Hay pocas cosas más frustrantes que comprobar que ninguno de los artículos de primera necesidad que llevamos las mujeres al salir a la calle se pueden guardar en un bolsillo. Simplemente porque, o la ropa no tienen bolsillos o éstos son falsos o demasiado pequeños para guardar nada.
En consecuencia, el uso de la cartera se vuelve obligatorio. Si bien es cierto que una cartera puede considerarse un elemento decorativo que completa el equipo junto con los zapatos, también lo es que no siempre resulta práctico cargar con ese elemento. Hay que decir también que para todas las personas que viven en lugares con problemas de inseguridad la cartera es una señal directa al ojo del ladrón: allí está todo lo de valor que lleva la mujer. Con sólo manotearla se lleva todo.
Y aquí, entonces, empiezan los porqués.
¿Por qué los bolsillos, cuando existen, son mucho más chicos que los de los hombres?
Este es el resultado de una investigación realizada por dos norteamericanas — Jan Diehm y Amber Thomas – en la que midieron los bolsillos en las 20 marcas de vaqueros más vendidas en Estados Unidos.
Esta es la profundidad estándar del bolsillo posterior de un blue jean de mujer:
¿Por qué hay tantos bolsillos falsos en la ropa de mujer?
¿No se dan cuenta los diseñadores de moda que no hay cosa más frustrante que meter confiadamente la mano en lo que uno suponía era un bolsillo normal para comprobar que está cosido?
¿Por qué los blazers de mujer están llenos de bolsillos falsos?
Y para finalizar, hay que mencionar la total ausencia de bolsillos interiores en un blazer o chaqueta normal.