El día que la intuición debió rendirse a los datos

Info mata experiencia. Después de mucho batallar, y aun con algunas victorias en el haber, llegó el día en que la intuición se tuvo que retirar.

27 mayo, 2021

Por: Aleksan Buyuk Kurt (*)

Lo cierto es que la toma de decisión, históricamente, se basó en ella, y luego la acumulación de registros en la memoria de las personas.

Esa construcción se engorda con los años, y sumándole cierta sistematicidad adquiere el nombre de experiencia. Tan importante fue la experiencia, hasta hace unos años, que dicha palabra ocupó (y ocupa, por qué no) un apartado protagónico y fundamental en los currículums.

Pero resulta que un día llegaron los datos. Y un joven de 19 años, llamado Mark Zuckerberg (por citar un ejemplo), fundó Facebook y señaló que no podía darle un valor tan relevante a la experiencia. Hoy, con datos, se toman decisiones de mayor impacto.

Facebook contrata gente por lo que puede hacer y no por lo que hizo o pudo haber hecho. En los procesos de contratación, la empresa intenta detectar la capacidad de los líderes para llevar adelante un proyecto, y ese activo es superior a la experiencia que pueda traer un candidato.

 Datos son amores

Otro caso: Kevin De Bruyne, reconocido jugador del Manchester City, contrató una empresa de data Analytics para negociar su contrato. Esta iniciativa le permitió determinar específicamente el aporte del jugador al equipo citando datos estadísticos.

Con eso, logró anular completamente todo lo relativo a intereses cruzados: managers, representantes, amiguismos y supuesta experiencia en la toma de decisión. Ya no es el recuerdo de un partido, la opinión de un entrenador, ni siquiera los videos que sintetizan sus mejores jugadas: en este caso, los números hablan.

Lo cierto es que hoy las empresas más ricas del mundo son las que han tenido su foco puesto en la recopilación, análisis y toma de decision estratégica basada en datos de sus consumidores. Lógicamente las empresas digitales nacen con este elemento distintivo, pero no es excluyente para las pymes o empresas de otros rubros.

Los datos, de ayer y de hoy

El proceso de incorporación de datos a la toma decisión no es algo nuevo, pero no ha tenido el merecido impacto en la adopción. En ese sentido, entendemos que debería ser reconocido y ocupar un rol mucho más preponderante. Es lógico, igualmente, que esto genere un cierto grado de rechazo porque tenemos el temor de que reemplace justamente el valor de nuestra experiencia.

Esa experiencia está compuesta por información no ordenada y estructurada, sino que se trata de información recopilada que permanece en los registros emocionales y la memoria del ser humano. De esta manera queda claro que tiene un componente de subjetividad muy alto.

Si fuésemos capaces de orientar la toma de decisión a partir de los datos y complementariamente agregar de manera cuantitativa y cualitativa la experiencia (como una variable más a la toma de decisión), tendremos una combinación muy efectiva hacia los resultados.

En síntesis, y más allá del titulo provocador, no se trata de concluir que la experiencia no sirva ni que el saber acumulado no tenga valor. Pero sí queremos decir que se invierte, en este nuevo paradigma, la proporción de datos y experiencia en la toma de decision: el rol protagónico, sin dudas, lo llevan los datos. Recién despues deben complementarse con la experiencia.

(*) docente de Desarrollo de Nuevos Negocios en Universidad Torcuato Di Tella y consultor en innovación.

 

 

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