El arroz contiene arsénico. El arsénico es venenoso. Si se cocina de manera incorrecta, dicen los científicos, ponemos en riesgo nuestra salud.
El químico contamina el arroz por las toxinas y los pesticidas industriales que pueden permanecer en la tierra durante años. Se ha establecido una conexión entre la exposición crónica a la toxina y problemas de desarrollo, diabetes, cáncer y enfermedades coronarias.
Pero, según los experimentos realizados en la Queens University de Belfast, la forma en que se cocina el arroz es fundamental para reducir la exposición al arsénico.
Cómo cocinarlo para reducir el riesgo de contaminación:
- Medir en una jarra el arroz seco
- Dejarlo en remojo toda una noche
- Lavarlo y enjuagarlo muy bien hasta que el agua sea transparente.
- Escurrirlo muy pero muy bien
- Colocar el arroz en una cacerola con cinco partes de agua por una parte de arroz (más un poquito de sal) y revolver una vez.
- Llevar a punto de hervor y luego bajar al mínimo el fuego y tapar suavemente la cacerola con una tapa.
- Cocinar con el fuego más bajo posible durante 10-15 minutos sin destapar la cacerola.
- Usar un tenedor para desprender el arroz.