En un mundo cada vez más globalizado y conectado, las habilidades y experiencias que una persona recibe al complementar su educación a nivel internacional son extremadamente valoradas por los empleadores.
Lo valioso de la educación internacional es que amplía las perspectivas y horizontes del estudiante. Los estudiantes tienen la oportunidad de interactuar con personas de diferentes culturas, lo que complementa el intercambio y la adaptabilidad. Estas habilidades son esenciales en un mercado laboral diverso y global, donde la capacidad de trabajar con personas de diferentes orígenes culturales se considera una ventaja significativa.
Además, la educación internacional a menudo implica el aprender otro idioma además del nativo. El dominio de varios idiomas aumenta la empleabilidad, ya que pueden comunicarse eficazmente en diferentes ámbitos brindando la posibilidad de acceder a puestos en empresas multinacionales.
En este contexto, Esteban Morano, CEO de ThinkinWorld, señaló: “Hoy en día la posibilidad que tienen los estudiantes de realizar intercambio de estudios a diferentes partes del mundo abundan. El estado de Florida en Estados Unidos, actualmente posee más de mil instituciones académicas y estudiantes internacionales de todas partes. La exposición a diferentes sistemas educativos y enfoques en una educación internacional también enriquece la capacidad de resolución de problemas y el pensamiento crítico”.
Estas habilidades son altamente valoradas en el mercado laboral, ya que las empresas buscan empleados capaces de abordar desafíos de manera innovadora, encontrar soluciones creativas y que tengan una alta adaptabilidad a los cambios que el mercado y las empresas están expuestos.
Otro aspecto clave de la educación internacional es la creación de networking global. Los estudiantes tienen la oportunidad de establecer contactos con profesores y compañeros de todo el mundo, lo que puede abrir puertas en términos de oportunidades laborales internacionales. El networking es la creación de redes de contactos laborales, hoy en día con el mundo globalizado y la posibilidad de trabajar en cualquier parte, tener contactos generados durante el intercambio de estudios, hace que sea aún más factible buscar trabajo en el exterior.
No sólo hay que pensar la educación internacional en estudios universitarios. Existe un sinfín de posibilidades de estudio, tanto en educación secundaria, pregrados, posgrados, programas de certificación profesional, diplomaturas y masters. “La visa que se debe tramitar en este tipo de casos es la Visa F-1 catalogada como Estudiante Académico, ya que permite ingresar al país norteamericano en calidad de estudiante a tiempo completo” informaron desde la plataforma thinkinworld.com.
La educación internacional no solo enriquece la experiencia educativa de los estudiantes, sino que también mejora significativamente sus perspectivas en el mercado laboral. Las habilidades interculturales, lingüísticas y de pensamiento crítico adquiridas, junto con las redes globales creadas, hacen que los graduados de programas internacionales sean altamente competitivos en un mercado laboral cada vez más globalizado. Por lo tanto, invertir en una educación internacional es una inversión valiosa en el futuro profesional de un individuo.
