Knole House, construida en el siglo XV, es una de las casas señoriales más antiguas del Reino Unido. Luego de un largo periodo de estudio e investigación los expertos han descubierto que lo que parecían simples arañazos en las paredes, ventanas, puertas y chimeneas, resultaron ser rituales supersticiosos hechos en el siglo XVI durante la época que siguió al cisma con la iglesia de Roma que muestran la paranoia anticatólica en aquellos tiempos. El objetivo era alejar a las brujas. ¿Quiénes eran asociados con las brujas y los demonios por aquella época? Pues los católicos que seguían reconociendo la autoridad del Papa en Roma y no la del Rey James 1º.
James 1º (o Jacobo Primero) era hijo de María Estuardo, reina de Escocia y profundamente católica, a quien muchos en el resto de Europa y los católicos en Inglaterra consideraban la legítima heredera al trono de Inglaterra. Para todos ellos, Isabel 1ª era la hija bastarda de Enrique VIII con su segunda mujer, Ana Bolena. Pero la bastarda ocupaba el trono de Inglaterra y vivía temiendo ser derrocada por su prima católica. Para terminar con esa amenaza, le cortó la cabeza luego de tenerla encarcelada durante 20 años.
El hijo de la desdichada María reina de Escocia fue educado en el protestantismo por los enemigos de su madre encarcelada y a la muerte de Isabel heredó el trono que unió para siempre a Inglaterra con Escocia. Eran años en que la población de las islas británicas estaba dividida por una profunda brecha religiosa: la mitad católica se resistía a renegar del papa y la otra mitad creía en la iglesia reformada, con el monarca inglés como su autoridad máxima.
Los católicos veían a los protestantes como herejes, pecadores y poseídos; los protestantes identificaban a los católicos con brujas y demonios, con el mismo Satán. Al Papa lo tenían como el demonio máximo. Fueron años de supersticiones, de odios y de miedos. El catolicismo romano y la brujería eran serias amenazas a la corona británica.
Knole, se sabe ahora, da testimonio de todo eso. Un año antes de que se comenzara a construir, James 1º había escrito “Demonología”, un tratado sobre brujería que se cree fue usado para interrogar y torturar a muchas mujeres.
Las marcas encontradas en Knole fueron hechas, según los expertos, meses después de un complot fallido organizado por un grupo de católicos ingleses para matar al Rey Jacobo, su familia y a la aristocracia protestante. Lo que se llamó “la conspiración de la pólvora” era una plan de hacer explotar las Casas del Parlamento. Guy Fawkes, uno de los conspiradores, fue encontrado colocando los explosivos y así quedó abortado el proyecto.
Los dueños de casas viejas, como Knole, suelen tropezar con recuerdos de aquellos odios. Las marcas en las paredes de los edificios eran, entonces, una marca de lealtad a la corona británica.