Por Ximena Díaz Alarcón (*)
Aunque han conquistado un lugar significativo, la meta aún se encuentra lejos. Impulsadas en gran medida por la necesidad, están abriendo caminos a medida que avanzan. El progreso es constante e imparable, a pesar de las barreras que todavía persisten.
Las principales motivaciones que llevan a las mujeres a emprender son generar nuevos ingresos, tener un proyecto propio con la esperanza de una mejor calidad de vida no solo en términos económicos, sino también en el manejo del tiempo personal y en la puesta en práctica de la creatividad.
Estas aspiraciones son compartidas por mujeres de diferentes perfiles, pero tienen un mayor impacto en aquellas menores de 35 años, que ven el emprendimiento como un camino hacia una vida más equilibrada en términos de intereses, uso del tiempo e ingresos.
El camino del emprendimiento, sin duda, requiere mucho esfuerzo, a veces bastante solitario, y suele coexistir con trabajos en relación de dependencia en las etapas iniciales.
Una de las principales dificultades que enfrentan las emprendedoras argentinas es la falta de educación financiera, así como la escasez de conocimientos para elaborar un modelo de negocio sostenible a largo plazo.
El acceso extremadamente limitado a créditos y fondos y la formación de equipos son, también, algunos de los mayores desafíos. Sin embargo, como una tendencia positiva, están surgiendo cada vez más redes de apoyo para mujeres emprendedoras.
Para dimensionar la magnitud del camino que aún queda por recorrer, hay un dato revelador: según Crunchbase, solo el 10% de la inversión de Venture Capitals globales se destinó a nuevas empresas propiedad de mujeres, mientras que el 83% de todos los fondos de riesgo globales se destinaron a nuevas empresas propiedad de hombres.
Es evidente que se necesita un mayor apoyo y recursos para impulsar el emprendimiento femenino, así como una mayor educación financiera y oportunidades de acceso al crédito. Las mujeres emprendedoras tienen mucho potencial para contribuir al crecimiento económico y la innovación en Argentina. Es fundamental que se derriben las barreras existentes y se fomente un ecosistema inclusivo y equitativo que promueva su desarrollo y éxito.
(*) Co-Fundadora & CEO de Youniversal, analiza la expansión del gen emprendedor entre las mujeres argentinas.