Según los resultados de una investigación realizada en la Universidad de Konstanz y el Instituto Max Planck de comportamiento de animales en Alemania, las decisiones que toman los animales para desplazarse se basan en un algoritmo. Para manejar la complejidad ambiental los animales emplean un esquema binario que reduce la diversidad de opciones a solo dos alternativas
Los expertos construyeron un modelo de toma de decisiones en el cerebro, que les permitió obtener una nueva perspectiva sobre cómo toman decisiones espaciales los animales. Con ese modelo estudiaron los desplazamientos de tres especies: la mosca de la fruta, la langosta del desierto y el pez cebra. Un animal que vuela, uno que camino y uno que nada.
El patrón principal que sustenta al algoritmo descubierto es la bifurcación: ante un escenario que les muestra una infinidad de alternativas, los animales tienden a “ordenar” la realidad en dos caminos posibles. Esa bifurcación les permite ir descartando rápidamente las opciones que van surgiendo en el esquema binario, hasta que finalmente seleccionan una posibilidad definitiva. El camino hasta la decisión final se realiza rápidamente, pero insume una compleja cantidad de redes neuronales en el cerebro de los animales.
Además, los especialistas destacaron que las representaciones neuronales de las opciones que tienen en cuenta los animales cambian inevitablemente a medida que se mueven por el espacio. Esto significa que la evaluación y la decisión se concretan prácticamente al mismo tiempo: los animales no seleccionan primero un lugar y luego se mueven hacia el objetivo, sino que efectúan la elección prácticamente en forma simultánea a los estímulos que van recibiendo del entorno.
Extractado de “Un algoritmo cerebral rige la toma de decisiones” por Pablo Javier Piacente, Tendencias 21
