jueves, 21 de noviembre de 2024

Desafíos y riesgos en procesos de negocios y de compliance

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La velocidad de la información y la obtención y análisis de datos para su aplicación real es lo que va a cambiar definitivamente los modelos de negocio de muchas industrias.

Se trata de un proceso de aceleración extraordinario en la adopción de las transformaciones.

Así lo cree Santiago Mignone, socio a cargo de PwC Argentina, al ser entrevistado por Mercado.

–Después de haberse reinventado como auditoría y consultoría, ¿cómo planificaron trasladar la experiencia a los clientes para que también puedan aplicar la más drástica transformación en sus negocios?

–La transformación digital es un proceso iniciado bastante antes del comienzo de la pandemia por Covi–19. De hecho, los cambios hacia la digitalización, en el caso de Argentina, en PwC los iniciamos hacia 2016 con la mudanza de nuestros sistemas a la nube y el inicio de un programa intensivo de capacitación en tecnologías digitales, ágiles y colaborativas.

Ello nos posibilitó enfrentar la cuarentena impuesta por el Gobierno nacional en marzo de 2020 con una naturalidad que no hubiera sido posible sin aquellos cambios. Lo que estamos viviendo, a partir del inicio de la pandemia, es un proceso de aceleración extraordinario en la adopción de las transformaciones que nos proponían las nuevas tecnologías, así como en nuevas formas de asociación.

Por otro lado, muchos sectores han visto interpelados fuertemente sus modelos de negocio, debiendo modificarlos (en algunos casos de manera muy sustancial) hacia modelos digitales, con cambios no solo tecnológicos, sino principalmente en la gestión de sus recursos humanos y de sus clientes.

Esto último es lo maravilloso de este proceso transformador que estamos protagonizando y que, por haber comenzado con anticipación a los cambios producidos a partir de 2020, sumado a la experiencia vivida durante todo el proceso, nos situamos en una excelente posición de transferir toda esa experiencia a nuestros clientes, cosa que hemos estado realizando, tanto desde un foco estratégico, el rediseño de los modelos de negocio, como también desde la lógica operativa y transaccional y de gestión de los recursos humanos.

En estos últimos meses, hemos vivido un crecimiento en nuestros servicios de consultoría sin precedentes en el pasado y estimamos que continuará así en los próximos años, potenciado en la transformación digital, pero también en la aplicación práctica de las tecnologías emergentes.

–¿Se está viviendo el fin de la gestión tradicional?

–Prefiero mirar los procesos de gestión como procesos evolutivos. No creo en el fin de las historias, sino en su desarrollo y evolución, a partir del cual los modelos de gestión se van perfeccionando; van sumando nuevas experiencias, preservando lo bueno y lo positivo de las etapas anteriores.

Por otra parte, creemos que la simbiosis entre lo mejor y más eficiente de la gestión digital se irá estabilizando en un escenario más híbrido, tomando lo mejor de la etapa más presencial. Lo extraordinario de la aceleración de la transformación vivida en estos últimos meses es que todos hemos podido experimentar los cambios, y esa experiencia es lo que modifica de manera permanente los comportamientos humanos.

–¿Cuáles serán básicamente las transformaciones y los lineamientos principales del nuevo modelo que asoma?

–No hay ninguna duda de que vamos hacia un modelo mucho más digital, de análisis e interpretación de datos más dinámico y profundo. Sin embargo, es un modelo que evoluciona sobre lo presencial y que no va a abandonar las ventajas que la presencialidad aporta en cuanto a la construcción de confianza, el aprendizaje y el lenguaje de comunicación corporal.

La integración de lo digital y lo presencial es lo que va a preservar, dotando de mayor eficiencia a los procesos, pero sin llegar a deshumanizarlos. Por otro lado, la velocidad de la información y la obtención y análisis de datos para su aplicación real es lo que va a cambiar definitivamente los modelos de negocio de muchos sectores. Ello implicará nuevos desafíos y riesgos sobre los cuales habrá que construir los procesos de negocios y compliance para los próximos años.

Por Rubén Chorny

 

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