Los monjes de la abadía belga de Greenbergen, donde se viene produciendo cerveza desde la Edad Media, acaban de descubrir en sus archivos, los ingredientes y los métodos de producción de una famosa cerveza del medioevo cuya marca fue adoptada en la década de 1950 por productores masivos. Con esa información, vuelven a producirla una vez más, usando algunos de sus métodos e ingredientes.
El anuncio lo hizo el abate superior padre Karel Stautemas en presencia del alcalde de la ciudad y de más de 100 periodistas. Stautemas, enarbolando la primera copa dijo que el desarrollo era la culminación de cuatro años de investigación sobre los métodos que usaban los monjes de antaño en el monasterio antes de la quema por parte de los revolucionarios franceses en 1798. El monasterio luego fue reconstruido pero se creía que la cervecería y sus recetas se habían perdido para siempre.
Stauteman aclaró que no conviene beber demasiada cantidad de esta nueva cerveza dado que contiene 10,8% de alcohol por volumen. La cervecería actual está ubicada en el mismo lugar que la original. Allí encontraron libros del siglo 12 con detalles sobre los métodos de cocción de los monjes originales, específicamente el uso de lúpulo en lugar de hierbas fermentadas, algo que colocaba a los monjes por delante de muchos de sus contemporáneos.
Los libros fueron puestos a salvo en el siglo 18 cuando los padres abrieron un agujero en la pared de la biblioteca y los retiraron en secreto antes de que la abadía fuera incendiada.
“Teníamos los libros con las viejas recetas pero nadie los podía leer”, dijo Stautemas. “Todo estaba en latín antiguo y en holandés antiguo, entonces trajimos voluntarios”.
Hoy los monjes solo usan algunos de los elementos mencionados en las recetas. “No creo que a la gente de ahora le guste el sabor de la cerveza de entonces, que no tenía casi gusto y sabía a pan líquido.”
Entre las cosas que imitan está la ausencia de aditivos artificiales, los barriles de madera y la forma de explotar el terreno.
