Cada vez más mujeres en la industria aérea

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El avance de la mujer en la actividad aérea se facilitó, entre muchas otras cosas, gracias al accionar de diversas organizaciones que bregan por la inclusión y la diversidad en el mercado laboral.

Una de ellas es la International Aviation Women’s Association, IAWA, una red global que trabaja desde hace 32 años. Mercado conversó con Cristiane Dart, quien acaba de ser incorporada al directorio de esa organización.

 La actividad aérea – en especial la aeronavegación comercial- sufrió un duro golpe con la pandemia que se sumó al gran problema de la contaminación atmosférica y el deterioro climático. ¿Cómo ve el panorama de corto y mediano plazo del negocio aerocomercial en general, y cómo juega el factor inclusivo en ese contexto?

Jamás habría imaginado un mundo donde la mayoría de los aviones están en el suelo y no en el aire. Sabemos que la recuperación no es fácil pero hoy ya miramos la luz al final del túnel con la vacuna. Pero para recuperar la confianza del pasajero, el sector aéreo está acelerando la transformación tecnológica que permita desarrollar la actividad de manera eficiente, segura y sustentable mientras nos convertimos en una sociedad más integrada a nivel mundial. Las tendencias tecnológicas ofrecen nuevas formas de abordar la crisis actual permitiendo un futuro más móvil a través de dispositivos personales e inteligentes. Los aeropuertos, aerolíneas y gobiernos están trabajando con tecnologías de bajo contacto para acelerar el regreso al cielo; nuestra industria es clave para la recuperación de las economías y las comunidades a las que servimos.

Las predicciones mundiales señalan que los mercados domésticos serán los primeros en recuperarse. En Latinoamérica una reciente publicación del Centre for Aviation (CAPA) muestra a Brasil y México como los probables mercados de recuperación más rápida del mundo, liderados por las aerolíneas de bajo y ultra bajo costo en ambos países. Según CAPA, las aerolíneas de bajo costo en México — Viva Aerobus y Volaris — están operando esencialmente casi en los niveles de capacidad de 2019. Los datos de CAPA y OAG (líder en el mercado de datos de aviación) muestran que los kilómetros de asientos disponibles (ASK) en México disminuirán aproximadamente un 35% a fines de diciembre de 2020, en comparación con el 50% en los EE. UU. En Brasil, Azul apunta a operar casi al 70% de su capacidad de 2019 en el cuarto trimestre, y GOL proyecta restaurar su red doméstica en febrero; en diciembre, la aerolínea espera que su capacidad supere el 90% de los niveles de 2019. CAPA también apunta a Colombia con una rápida recuperación.

Me gusta mirar a 2020 como un año en el que nos superamos como industria. La pandemia nos preparó para hacer todo tipo de cosas para las que nadie estaba preparado. Hacer, por ejemplo, todo lo que hacíamos antes trabajando desde casa, administrar una nueva dinámica y continuar con nuestra vida en un ámbito completamente distinto reinventándonos a cada día.

En cuanto al tema de la inclusión, el teletrabajo es una gran oportunidad. Con el teletrabajo ya no importa cómo es la persona que está frente a la pantalla. No importa ni la raza,ni la etnia, ni el género, orientación sexual, religión.. nada importa sino cumplir con el objetivo laboral.

En este contexto, diversidad e inclusión, un tema que se encuentra en constante evolución y que está cada vez más fuerte, es imprescindible en la industria aérea. El ambiente multicultural ya es parte de la naturaleza del sector. La diversidad es nuestra riqueza y ya se sabe que no hay forma de lograr las metas sin mujeres en diversos cargos en la aviación. Gracias a la diversidad, somos mejores.

 ¿Cuántas de las grandes aerolíneas del mundo tienen mujeres en su directorio? ¿Cuántas de las grandes aerolíneas del mundo – o compañías relacionadas con la actividad aérea – tienen mujeres en la “C-Suite”, o sea, en los cargos gerenciales más altos de la organización?

 

Creo que tenemos que mirar a las empresas de la industria aérea como un todo. Tenemos mujeres en cargos altos, como por ejemplo en República Domincana, con la CEO de AERODOM, Mónika Infante. La asociación más importante de aeropuertos, ACI World, fue dirigida por muchos años por una mujer afroamericana en un mundo de hombres, la famosa Angela Gittens. En SITA, la CEO Barbara Dalibard y la Presidenta Diana Einterz son ejemplos de liderazgo en una empresa de tecnología que lleva más de 70 años desde su creación. En los eventos anuales de IAWA tenemos muchos ejemplos de mujeres con cargos similares en la industria, como en Airbus, Boeing, FedEx, IATA, NASA etc. En Avianca — que acaba de participar de un evento de Diversidad e Inclusión con nosotros — sabemos que la mitad de las mujeres de su personal tienen cargos de dirección y liderazgo, como la VP de Relaciones Estratégicas y Chief Customer Experience, Maria Paula Duque – quien participa activamente en conversaciones profundas y relevantes sobre liderazgo femenino. Todas ellas son apenas unos pocos ejemplos.

Tener más mujeres en los directorios es una ventaja y una necesidad competitiva. Las mujeres representan menos del 5% de los CEO en las aerolíneas de todo el mundo, según cifras de IATA.

El porcentaje de mujeres en aviación cambia en cada país. Un informe que elaboramos con Korn Ferry, mostró que la participación de mujeres en la fuerza laboral de Canadá y Estados Unidos es de casi 47%, de 43% en Japón y de 24% en la India.

Lo cierto es que hay inspiración y fuerza en todos los niveles.

En 2019 organizamos un programa que reunió a IAWA, SITA y ALTA (Asociación Latinoamericana del Caribe de Transporte Aéreo) con la Cámara Nacional de Aerotransportes – CANAERO en México. El programa, que se llamó “Volando más alto”, reunió a mujeres del transporte aéreo en diversas ciudades para conversar sobre los desafíos y compartir experiencias. Hablamos con mujeres de distintos cargos, cada una con su historia particular pero con retos muy parecidos.

Ejecutivas de diversas áreas intercambiaron ideas sobre el desarrollo de la carrera en el mercado global, las oportunidades académicas y de capacitación y el desempeño de las mujeres piloto.

Hubo también representantes de aerolíneas, de escuelas de formación de pilotos y de AMAB (Asociación de Mujeres Aviadoras de Brasil).

Fueron encuentros donde no solo se habló de trayectorias personales y de oportunidades sino de formas de apoyar a otras mujeres, de compartir y de inspirar. Se habló de éxitos en todos los niveles de la actividad. Se escucharon experiencias interesantes, como la de una mujer que trabajaba en la limpieza del aeropuerto y todos los días miraba los check-in desks soñando algún día poder ser parte de ese personal y con el tiempo vio cumplido ese sueño.

Desde hace mucho tiempo se dice que las organizaciones son más eficientes y productivas cuando hay inclusión e igualdad de género en su personal. Sin embargo, apenas surge una crisis, parece detenerse el esfuerzo de inclusión. ¿Cómo se combate esta fragilidad en el empeño de igualizar?

 

Creo que en la crisis sanitaria que vivimos, el tema está más fuerte que nunca. Diversidad e inclusión son valores que tienen que estar en el ADN de la empresa. Para que esos temas se traten en profundidad la inspiración debe venir del liderazgo, de la persona que está arriba de todo. Esos valores que deben estar presentes en acciones simples, como por ejemplo hacer que los perfiles de éxito del puesto / rol sean más inclusivos; o presentar un grupo de candidatos con diversidad de género para todos los puestos de la organización; o asegurar que los roles clave sean vistos como oportunidades de desarrollo para todos los géneros; o abordar intencionalmente los prejuicios inconscientes mediante jornadas, procesos y prácticas de aprendizaje de inclusión consciente. Es fundamental que la gestión mantenga el tema sobre la mesa en todo momento.

Otra cosa que la pandemia nos está enseñando es la importancia de equilibrio en la vida. Porque la jornada de una mujer siempre fue distinta. Además del trabajo, tiene que cuidar de la casa y de los hijos, o de otros miembros su familia, como padres ancianos, por ejemplo. Este estigma femenino ya venía cambiando. Pero en 2020 las familias tuvieron que reorganizarse para mantener un nuevo estilo de vida y eso incluye compartir tareas antes no realizadas por todos.

 

 

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