El más grande accionista independiente que tiene Volkswagen ha reducido a la mitad su participación en la automotriz alemana de 1 billón de euros. El gobierno noruego toma esta decisión después de diez años de desacuerdos sobre el gobierno de la empresa y muy especialmente debido al “escándalo de las emisiones”.
El escándalo se produjo en 2015 cuando las autoridades alemanas descubrieron que la compañía llevaba años violando el cumplimiento de emisiones de CO2 mediante un dispositivo engañoso en sus unidades diésel.
El fondo petrolero noruego ha sido el accionista independiente más importante de VW durante los últimos seis años. Tan serio es el entredicho que varias veces sus directivos han expresado públicamente su frustración con la manera de gobernar la compañía.
