<p>El ensayista se concentra – de las muchas formas que existen para impresionar a los empleados) en sólo unas pocas que crean un impacto positivo en casi todos los lugares de trabajo.</p>
<p><em>Escuchar a la gente</em></p>
<p>Oír es una cosa, escuchar es otra. Por definición, oír es simplemente el acto de percibir el sonido con los oídos. Mientras sus oídos funcionen como corresponde, usted puede oír. Ni siquiera hace falta pensamiento consciente. Si usted está lo suficientemente cerca de algo que causa un ruido, usted lo oye.</p>
<p>Escuchar es realmente tratar de entender el punto de vista de otra persona, y requiere una decisión consciente y activa. Para escuchar, usted debe tener un propósito en su corazón y aplicar esfuerzo mental. Piense en escuchar como una meta o un mini proyecto. Debe recolectar y analizar información.</p>
<p>Además, escuchar lleva tiempo. Muchos buenos intentos han fracaso por pretender ahorrar tiempo escuchando</p>
<p>Los empleados tienen ideas valiosas. Pero si los empleadores no se toman el tiempo necesario para escucharlos, se vuelven indiferentes y en lugar de energía se esparce la apatía.</p>
<p>A los empleados les impresiona cuando ven que sus empleadores los escuchan de verdad.</p>
<p>Otra manera de impresionar a los empleados es con reconocimientos específicos de sus esfuerzos. La gente quiere saber que su trabajo importa, que lo que ellos hacen es necesario y valorado. Aquí también es clave la autenticidad. El reconocimiento debe ser sincero o de lo contrario tiene poco valor.</p>
<p>Es bueno saber que aunque los programas de recompensas tienen su lugar, existe tremendo poder en un “gracias” dicho honestamente y en el momento adecuado. Sólo asegúrese de mirarlos a los ojos al momento de agradecerles. El agradecimiento debe venir del corazón, y eso se ve en sus ojos.</p>
<p>Cuando muestra apreciación, recuerde que el momento es crucial. Si espera demasiado disminuye el valor de su reconocimiento. Pero si lo da en el lugar equivocado (por ejemplo, demasiado privado o demasiado público) también puede debilitar el impacto. Conozca a su público y haga los ajustes necesarios.</p>
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<em>Sea su representante<br />
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Los empleadores quieren que sus empleados se preocupen por la calidad del trabajo que producen y la forma en que representan a la compañía. Pero esa ley debe ser recíproca: si el empleador no se preocupa por sus empleados, Estos van a dejar de preocuparse a su vez. <br />
Averigüe qué quieren y ayúdelos a obtenerlo. Por ejemplo, cuando se aproxima el cambio, pregúnteles cuáles son sus preocupaciones y luego trabaje con ellos para encontrar soluciones. Eso no significa que tenga que solucionarle sus problemas. Sólo que el empleador está escuchando y buscando soluciones junto con ellos para resolver sus dificultades.</p>
<p>Pocas cosas son 100% seguras, pero cuando los empleados saben que tienen un jefe que se preocupa por ellos, son más proclives a mantener su compromiso con la empresa y a estar listas para dar un poquito más. <br />
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Tres formas de impresionar a sus empleados
Cuando un jefe hace el esfuerzo de impresionar a sus empleados, el resultado que obtiene es una fuerza laboral que aumenta su compromiso y su productividad. Vale la pena, entonces, intentarlo, dice Dan Bobinski. Si los empleados son un activo (y lo son) es lógico que el inversor (el empleador) cree las mejores condiciones para el mejor retorno posible sobre la inversión.