Teletrabajo: el caso Yahoo

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¿Debe implementarse el teletrabajo en las empresas? ¿En qué momento es propicio hacerlo? ¿Puede realizarlo cualquier tipo de profesional? El debate se reaviva al conocerse la decisión de Marissa Mayer, CEO de Yahoo, quien determinó que los empleados de su empresa deben dejar el teletrabajo para volver a las tareas de oficina a partir de junio. 

La medida afecta a más de 200 personas en una plantilla de 13.000, pero muchas otras realizaban home office uno o dos días a la semana. “La comunicación y la colaboración serán importantes, así que tenemos que estar trabajando codo con codo. Por eso es fundamental que todos estemos presentes en nuestras oficinasâ€, señaló la ejecutiva. 

La medida de Mayer manifiesta un problema frecuente cada vez que se plantea la práctica del teletrabajo: las posiciones extremas no permiten abordar el tema con matices. Esto quiere decir que trabajar en forma remota no es ni bueno ni malo en sí mismo, sino que está determinado por el modo en el que es puesto en práctica desde las políticas de las organizaciones. 

Si los factores fundamentales para el éxito no se ejecutan correctamente, queda en peligro el cumplimiento de todas las ventajas que la práctica genera tanto para el empleado que lo realiza como para la organización que lo implementa.

En esta línea, podremos decir que la modalidad del trabajo a distancia debe pensarse desde una óptica estratégica y planificada; atravesar las distintas fases correspondientes, realizar pruebas piloto en grupos reducidos para luego extender la metodología a otras áreas; analizar resultados y actuar en función de datos certeros. En este proceso deben evaluarse variables como: cultura organizacional, perfiles y competencias de los teletrabajadores, estilos de liderazgo de los jefes, características de las tareas a teletrabajar y diagnóstico de las tecnologías idóneas, entre otros puntos. 

Existen diferentes estudios que comprueban los beneficios del teletrabajo,  pero también hay otros que evidencian la necesidad de planificar sus estrategias de modo integral.  

Asimismo, su aplicación no implica el fin del trabajo en oficina. Ambas modalidades pueden ser complementarias para que empresas y trabajadores puedan sacar lo mejor de cada una.  Es indudable que la tecnología está transformando las relaciones humanas y la organización del trabajo es parte fundamental de las mismas; cuanto antes las empresas se animen a implementar metodologías innovadoras, no solo van a poder retener a sus talentos sino que además atraerán a nuevos profesionales que valoren más la flexibilidad laboral que los aspectos económicos. 

Lo importante es Ser flexibles. Miles de empresas en el mundo demuestran que el trabajo a distancia, implementado de forma correcta, puede dar grandes resultados.  
Por Fabio Boggino, director de Jobing
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