Stan Rapp: “En tiempos como éste hay que rezar”

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Stan Rapp, el gurú del marketing moderno, es hoy número uno de MRM Partners Worldwide. Durante su reciente visita a Buenos Aires, habló ante un grupo de grupo de gente de negocios.

“¿Cómo hacer marketing cuando no hay mercado?”, comenzó diciendo. “¿Cómo conquistar clientes cuando impera el desempleo, la falta de confianza, la incertidumbre y el miedo?

Fiel a su costumbre de enumerar letras, propuso – no sin cierto humor – sus nuevas “4 P”: “Rezar (pray), perseverar (persevere), prepararse (prepare) y prosperar (prosper)”.

Se acabó el marketing del siglo XX. Hoy hay desconexión ( y a veces hasta contradicción) entre las distintas actividades que conforman la disciplina del marketing. El desafío es unir las piezas del rompecabezas y hacerlas interactuar para que juntas construyan la marca.

El mercado es la base de datos

Tener una base de datos de clientes conocidos y actualizada en cuanto a sus comportamientos y actitudes de compra, significa la posibilidad de lograr mejor rendimiento y rentabilidad”. Una base de datos revela quiénes son los clientes, qué quieren y qué esperan recibir. Por eso es una valiosa fuente de información a la hora de hacer nuevos ofrecimientos.

Pero además del cliente que ya existe hay que salir a buscar nuevos. Para eso hay que lograr que la gente – la que no conoce nuestro producto o servicio – lo pruebe. Conseguir que entre en contacto, que lo conozca, que sepa qué es. De manera que lo que tenemos que lograr es una de dos cosas: o que tenga el producto a mano para probarlo, o que lea acerca de él, de tal manera que le pique la curiosidad, o la necesidad.

El ABC del marketing óptimo

Según Rapp, hay pasos a seguir a la hora de hacer el mejor marketing posible:
1) Conectarse con los clientes actuales o con los que podrían llegar a serlo (por teléfono, correo, e-mail, fax, Internet, etc.).

2) Vigilar que la comunicación sea buena y no se corte.
3) Recoger los resultados de la comunicación.

“¿Cómo hacer marketing cuando no hay mercado?”, comenzó diciendo. “¿Cómo conquistar clientes cuando impera el desempleo, la falta de confianza, la incertidumbre y el miedo?

Fiel a su costumbre de enumerar letras, propuso – no sin cierto humor – sus nuevas “4 P”: “Rezar (pray), perseverar (persevere), prepararse (prepare) y prosperar (prosper)”.

Se acabó el marketing del siglo XX. Hoy hay desconexión ( y a veces hasta contradicción) entre las distintas actividades que conforman la disciplina del marketing. El desafío es unir las piezas del rompecabezas y hacerlas interactuar para que juntas construyan la marca.

El mercado es la base de datos

Tener una base de datos de clientes conocidos y actualizada en cuanto a sus comportamientos y actitudes de compra, significa la posibilidad de lograr mejor rendimiento y rentabilidad”. Una base de datos revela quiénes son los clientes, qué quieren y qué esperan recibir. Por eso es una valiosa fuente de información a la hora de hacer nuevos ofrecimientos.

Pero además del cliente que ya existe hay que salir a buscar nuevos. Para eso hay que lograr que la gente – la que no conoce nuestro producto o servicio – lo pruebe. Conseguir que entre en contacto, que lo conozca, que sepa qué es. De manera que lo que tenemos que lograr es una de dos cosas: o que tenga el producto a mano para probarlo, o que lea acerca de él, de tal manera que le pique la curiosidad, o la necesidad.

El ABC del marketing óptimo

Según Rapp, hay pasos a seguir a la hora de hacer el mejor marketing posible:
1) Conectarse con los clientes actuales o con los que podrían llegar a serlo (por teléfono, correo, e-mail, fax, Internet, etc.).

2) Vigilar que la comunicación sea buena y no se corte.
3) Recoger los resultados de la comunicación.

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