Por Carolina Gutiérrez (*)
¿Se acuerdan dónde estábamos tan solo cinco años atrás? ¿Qué tecnología había? ¿Qué pasaba en el mundo? Son transformaciones que afectan a la cultura, la economía y la sociedad así como la forma en que las personas se vinculan en el mundo del trabajo. El área de Recursos Humanos tiene hoy un enorme desafío para incorporar estos cambios respetando al mismo tiempo la identidad y valores de las personas y las organizaciones.
Ante la necesidad específica de cubrir un nuevo puesto para una compañía y candidatos cada vez más exigentes, se necesitan encontrar soluciones que permitan satisfacer a ambos. Los beneficios flexibles son una herramienta valiosa pero no es suficiente porque en el vínculo surgen otras necesidades que requieren creatividad por parte del área de Recursos Humanos y apertura de los gerentes de la compañía para incorporarlas. Los libros de management con enunciados que generan visiones estancas, compartimentadas, no cuentan. Por eso, desde el área es imprescindible brindar un servicio a medida.
Este a medida es aún más importante cuando se gestiona el Ãrea de Recursos Humanos para un conjunto muy diverso de firmas con diferentes perfiles, muy disímiles entre sí, con grados de maduración distintos. Un verdadero reto. En el caso de Insud, conviven algunas con cuarenta años de existencia, ya maduras, con otras de apenas cinco años, que necesitan o están en proceso de consolidarse, conformadas al mismo tiempo, por personas con una amplia variedad de perfiles.
Desde la fabricación de anticuerpos monoclonales a una editorial, de estancias a producir cine o productos de lujo sustentable, este crisol de empresas requiere un Ãrea de Recursos Humanos a medida, adaptado a cada realidad y necesidad. Cuando se habla de un grupo empresario, este servicio a medida implica la capacidad de saber adaptarse a cada una de las empresas y a lo que cada director de Negocio necesita.
Ellos son los que conocen a sus equipos de trabajo y a la gente en profundidad. Con cada director, se debe buscar entender cuál es su visión, su día a día, así como comprender el accionar y la dinámica de los grupos y con eso, brindar soluciones -o buscar la mejor solución- a los problemas cotidianos que se presentan. Por eso es fundamental el concepto de “win-win“, donde cada parte gana algo, aunque seguramente también ceda.
El área de RR. HH -es una obviedad, pero no está de más remarcarlo-trabaja con personas y las empresas tienen que generar un vínculo positivo con las personas: cosas buenas, que sumen en la relación. Por supuesto, no existen las empresas donde todo sea color de rosa, pero sí, hay que hacer el esfuerzo por hacerlas lo más cercano a ese color.
No hay misterios: corren tiempos en los que se requiere tener la cabeza amplia, abierta, saber escuchar, ver más allá, analizar y comprender y, en base a eso, generar soluciones que sean beneficiosas para el conjunto.
Por eso, es fundamental la capacitación de los mandos medios para que aprendan a moverse en esta dinámica. La velocidad de adaptación a los nuevos tiempos y a las nuevas generaciones hace que sea imprescindible documentar todo. Ya no es posible predecir con exactitud dónde vamos a estar en siete años. Entonces, hay que sistematizar la información de los equipos de trabajo porque de esta forma es posible conservar el conocimiento que se genera. Si los equipos están informados de lo que hacen todos, y eso queda documentado, luego se puede responder a su necesidad. Y responder de manera adecuada con una o varias posibles soluciones a un problema, en el mundo laboral de hoy, es clave.
(*) Directora de RR.HH. de Grupo Insud
