“En el segundo trimestre, Shell revisó sus perspectivas de valores a mediano y largo plazo y sus perspectivas de márgenes para reflejar el impacto de la pandemia de covid-19″, explicó la compañía en un comunicado. La empresa anunció que proyecta cerrar entre 7.000 y 9.000 puestos de trabajo en todo el mundo debido al colapso de la demanda de crudo por el impacto económico provocado por la pandemia de COVID-19. Añadió que la compañía tiene demasiados niveles jerárquicos. Indicó también que como parte de sus nuevas medidas, espera reducir costos anuales de alrededor de US$ 2.000 millones para 2022.
Ben van Beurden, CEO de la petrolera, expresó que la medida es necesaria para asegurar “el futuro de la compañía”, mientras concentra esfuerzos en una transformación energética a fin de conseguir una reducción de las emisiones contaminantes.La cifra de empleos a recortar incluyen a 1.500 personas que aceptaron el retiro voluntario.
BP, su rival británica, anunció en junio un recorte de 10.000 puestos de trabajo como parte de la reestructuración que implementa el nuevo CEO, Bernard Looney.
