sábado, 28 de diciembre de 2024

Seis elementos para el pensamiento estratégico

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El pensamiento estratégico señala la necesidad de equilibrar el desempeño de hoy con la la oportunidad futura para poder manejar el riesgo y navegar a t ravez de la incertidumbre del paisaje empresarial.

 La capacidad de pensar estratégicamente despierta nuevas ideas y proposiciones de negocios futuros que son la esencia misma del éxito a largo plazo. Sin embargo, muchos CEO  y altos ejecutivos suelen mostrar una marcada tendencia a ignorar el presente y concentrarse en el futuro.  Un estudio realizado por Chief Executive Magazine informa que siete de cada 10 líderes no se consideran estratégicos.

Esto ocurre porque la capacidad para pensar estratégicamente no se desarrolla naturalmente en el camino hacia la sala del directorio. La investigación muestra que más de 60% de los líderes dicen que las organizaciones no invierten lo suficiente como para crear talento estratégico para el crecimiento a largo plazo; y más de 70% dicen tener problemas para formar líderes estratégicos dentro de sus organizaciones. Las habilidades de pensamiento estratégicos no se adquieren con la experiencia; deben ser practicadas activamente y con plena conciencia.
Seis habilidades que, cuando se dominan  y se aplican en conjunto, permiten a los líderes pensar y actuar en forma estratégica:

 Anticipar: La capacidad para prever cambios en la periferia y adaptarse a condiciones en evolución. Aceptar la incertidumbre en el mercado como una fuente de posible ventajas y no como una amenaza; mantenerse vigilantes  en el seguimiento de nuevas tendencias tanto dentro como fuera de su negocio, que podrían tomar por sorpresa a la organización o descubrir oportunidades para la innovación.   
 
Desafiar: Más que aceptar la sabiduría convencional al pie de la letra, desafiar las viejas premisas y analizar las fuentes de incertidumbre para entender cómo pueden impactar en los resultados esperados. Reformular un problema desde diversos ángulos para entender sus verdaderas causas y buscar visiones diferentes para ver los múltiples aspctos de un problema.

Interpretar: Los pensadores estratégicos muestran curiosidad para conectar datos múltiples en formas nuevas que permitan entender situaciones complejas y ambiguas. Usar tanto  el razonamiento analítico como la intuición para reconocer patrones y experimentar con múltiples hipótesis antes de llegar a ninguna conclusión.

Decidir: Lal toma de decisiones es un aspecto importante del pensamiento estratégico y es necesario mostrar el coraje para fijar una dirección y tomar decisiones difíciles, aun cuando se tenga información incompleta. Poner en un plato de la balanza la inversión para el largo plazo y en el otro las presiones por ver resultados en el corto plazo.

Alinear: Hasta los líderes más estratégicos deben explicar muy bien a los stakeholders para que entiendan la disposición al cambio  y manejern las diferencias para llevar hacia adelante a la organización. Identificar  aquellos con una participación importante en las iniciativas de cambio y evaluar su tolerancia y motivación tratar los intereses en conflicto. Al conseguir que todo el grupo se aúne alrededor de una visión estratégica, usted se asegurará de que las capacidades, recursos y compromisos adecuados se corrdinen para implementar iniciativas estratégicas.

Aprender: La clavle para ser estratégicoen el largo plazo es aprender continuamente de los éxitos y los fracasos obtenidos con la toma de decisiones. Aprender de las interacciones  con los clientes, socios y segmentos del mercado para predecir cambios  en el negocio y fuera de él.

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