La mayoría de la gente que deja sus trabajos no deja su trabajo sino su jefe. O sea que la razón más común para que se vayan es que están cansados de lidiar con alguien que no está haciendo lo que hace falta en el rol gerencial.
En una sesión de capacitación organizada para un pequeño grupo de gerentes, uno de los participantes contó que uno de los empleados de su turno dijo no saber cómo realizar un determinado procedimiento. La actitud del que relataba el incidente era de burla y agregó que le dijo “Si no sabe hacer eso, vaya a su oficina y lea el manual”.
Sin decir nada, el empleado terminó su turno y al día siguiente presentó su renuncia.
Es una maldición trabajar con jefes así, pues son un obstáculo en el camino al éxito. Burlarse de los empleados y esperar que adquieran las habilidades sin la guía y el apoyo de la gerencia es el camino más rápido a la puerta de salida.
Algunos consejos para mejorar la práctica de la tarea gerencial
1) Trate de entender las perspectivas de cada persona en su equipo.
2) Escuche haciendo un genuino esfuerzo por entender. Hasta el más mínimo insulto o burla dejará una cicatriz por mucho tiempo.
3) Identifique qué cosas puede hacer usted para ayudar a sus empleados a triunfar en lo que hacen.
4) Pregunte cada tanto cómo van las cosas y brinda ayuda adicional o algún consejo.
Las cuatro cosas enumeradas son consideradas por muchos las responsabilidades centrales de un buen gerente.
