<p>por Patricio Cavalli <br />
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No se trata de darle una mano a la Fundación Publicidar, ni a su fundador y principal promotor Hernán Ponce. Se trata de darle una mano a los chicos del jardín de Infantes La Colmenita, ubicado en uno de los barrios más carenciados del Gran Buenos Aires, Villa Hidalgo, en José León Suarez, partido de San Martín, donde la fundación está concentrando sus principales esfuerzos. <br />
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"Creemos que funcionó muy bien", dijo Ponce en una carta que circuló entre gerentes de agencias y algunos periodistas. "Sin embargo, la cantidad de mails apoyando la iniciativa fue superior al apoyo concreto y económico que esperábamos. Una lástima, pero eso no nos detuvo." <br />
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El proyecto que Publicidar está desarrollando allí se conoce como “El milagro”, y lo definen como "una batería constante de eventos, actividades recreativas, artísticas y educativas, salidas a cine y teatros, regalos inesperados e infraestructura edilicia que no dependen de ningún cielo. Pero sí del trabajo de mucha gente que, con el dinero juntado, se dedicó por completo a cambiar la realidad de un lugar y convertirlo en un polo de esperanza y alegría para los chicos." <br />
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Seamos concretos. Con el aporte de la gente que sí ayudó (que es mucha, muchísima menos que la que no ayudó), los chicos hoy tienen un Rincón de Lectura casi completo, una Sala de Cine y TV, con más de cien películas donadas y un gran televisor Sony de proyección posterior de 53 pulgadas y un DVD, dos profesoras de Educación Física, y están cerrando la construcción del Salón de Usos Múltiples, que tendrá una dimensión de 210 m2. <br />
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"Me asombra, mientras estoy escribiendo este mail, todo lo que pudimos hacer. Pero al mismo tiempo, no me pregunten por qué, siento que todavía es poco. Miro a mi alrededor y sí, siento que es poco. Por eso quiero pedirles, rogarles, que nos sigan ayudando. Que la crisis, en vez de que sea una confortable excusa, se convierta en un disparador para pensar que ahora, más que nunca, hay que cuidar a estos chicos. Pensemos que por suerte este país no tuvo hipotecas, pero que lamentablemente pese a ello hay mucha gente que no tiene casa. Esto es para que recordemos que nuestra crisis empezó mucho antes. Quizás parezca una arenga política. Obviamente no lo es. <br />
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Simplemente, tuvimos la mala suerte de comenzar con la peor crisis mundial de los últimos 90 años. Pero esta realidad no nos va a vencer, ni siquiera nos va a debilitar. Deberían ver como reciben los chicos cada cosa nueva se les presenta. El asombro, tal vez perdido por los niños que lo tienen todo, es lo que más nos conmueve, lo que más alegra. Por eso les pido que este año, más que nunca, nos ayuden. Económicamente para aquellos que sinceramente pueden. Y con ideas, para que quienes no. Es que al milagro, creyentes y no creyentes, no lo podemos dejar solo.", dice Ponce en su carta. <br />
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Algo pasa cuando un sector que no tiene para derrochar, pero tampoco le falta el dinero, responde a medias un pedido como este. ¿Falló la comunicación de Publicidar? ¿O hay algún bloqueo en el receptor del mensaje que emitieron un año atrás? <br />
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La publicidad argentina, no precisamente un gremio y una industria que se destaque por su compromiso y sus acciones de RSE, tiene aquí una doble oportunidad. De ayudar y de levantar su no siempre brillante reputación como sector. <br />
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¿Responderán las agencias el llamado de la Fundación Publicidar?
El proyecto que Publicidar está desarrollando allí se conoce como El milagro, y lo definen como “una batería constante de eventos, actividades recreativas, artísticas y educativas, salidas a cine y teatros, regalos inesperados e infraestructura edilicia que no dependen de ningún cielo.