Todos los que estén involucrados en dar forma a la comunicación de una empresa hacia si misma o hacia el exterior sabe que hay formas y contenidos de buena y mala educación. Nadie pensaría que está bien gritarle a un empleado o que llenarle el escritorio con papales y notas sobre qué tiene que hacer hoy en su puesto de trabajo. O que es una buena estrategia de marketing llenar los buzones de todo el mundo con publicidad. El problema es que muchos olvidan llevar esta conducta a la esfera digital. No tienen “netiqueta”.
Netiqueta es el nombre que se le da a las normas de educación en Internet. Se trata de un código común de buenas prácticas que han adoptado los usuarios de Internet. Unas normas que han surgido a partir del uso y el conocimiento de la comunicación online y cuyo objetivo no es otro que hacer más agradable la convivencia online. Aunque cada red social tiene sus propias normas de comportamiento no escritas, hay unas normas comunes para toda la comunidad online. Aunque es de conocimiento general que a nadie le gusta el spam, no es esta la única forma de mantener una netiqueta.
Obsesión con la ortografía No hay que cometer errores, se tiene que consultar el diccionario siempre que haya dudas y no acortar las palabras (nada de xq, q, sabs). Asimismo, se debe respetar las puntuaciones. Utilizar comas si son requeridas y respeta los signos de exclamación (tanto al principio como al final). Una campaña de marketing digital exitosa, por ejemplo, requiere de una ortografía perfecta porque en caso contrario nos podemos convertir en blanco de los usuarios más demandantes y perfeccionistas.
No abusar de herramientas como los hashtag Las marcas que recién desembocaron en el mundo de internet suelen hacer uso y abuso de las peculiaridades de cada red social. Si se puede etiquetar (tag), etiquetan a todo el mundo. Si se pueden usar palabras clave, como los hashtag, estos inundan el mensaje. No es obligación usar estas herramientas y menos aún si la red social no los acepta, como otrora Facebook no había adoptado el hashtag, sólo usar los que estén relacionados con el tema e intentar que no sean más de dos.
No spammear Se entiende por “spam” a los contenidos repetidos y forzados. Nunca hay que inundar el timeline de los usuarios con mensajes sin valor ni enviar emails sin el consentimiento previo de los receptores. Es el equivalente de llenar el buzón de alguien con papeles de publicidad.
No incurrir en un abuso de poder Los que manejan la plataforma o la cuenta o lo que sea tienen poder sobre el usuario común. Pueden bloquear, restringir el ingreso temporalmente, borrar y modificar las acciones del usuario que sólo consume la plataforma. La mejor forma de hacerse enemigos en el ámbito web es abusar de este poder. La netiqueta dicta que, aunque tengamos un usuario molesto y disruptivo, no es conveniente usar nuestro poder para exponerlo.
