El último shock provocado por la caída de las ganancias de Hewlett-Packard ha hecho que los analistas comiencen a dudar si el talento gerencial de la compañía es lo suficientemente profundo como para reconvertir las principales unidades de negocios, cada vez más acosadas por sus rivales.
HP echó a otros tres ejecutivos de alto nivel luego de los decepcionantes resultados del tercer trimestre, y advirtió que las ganancias del actual trimestre no van a estar a la altura de las expectativas.
HP se debe defender de la feroz competencia que le hacen IBM con sus servicios y sistemas de mayor complejidad y precio, Dell con sus computadoras y servidores baratos y EMC con sus sistemas de almacenamiento.
Carly Fiorina, CEO de HP, adjudicó la responsabilidad por los malos resultados a las unidades de almacenamiento y servidores que son las encargadas de vender grandes computadoras y equipos de almacenamiento a clientes corporativos. Consecuentemente, a pocas horas de conocidos los resultados, despidió a los tres gerentes correspondientes.
La idea era que los despidos señalarían un movimiento agresivo para corregir los problemas de las unidades. Pero lo cierto es que en Wall Street crece la preocupación sobre la solidez del equipo gerencial de HP.
Crawford del Prete, vice-presidente del grupo de investigaciones IDC, recordó que uno de los objetivos de la adquisición de Compaq era insuflar un poco de entusiasmo en la pesada cultura corporativa de HP. Fiorina decía entonces que los ejecutivos de Compaq servirían como agentes de cambio. Sin embargo, desde la compra, uno a uno la compañía fue prescindiendo de esos agentes de cambio.
El equipo gerencial de HP perdió a tres ejecutivos clave de Compaq desde la fusión. Sólo dos de los 13 ejecutivos de mayor jerarquía en la empresa son originarios de Compaq. Los analistas del sector dicen que la plana mayor de HP es hoy muy parecida a la que tenía el grupo antes de comprar Compaq.
Pero el problema es mayor todavía. De la empresa fusionada se retiraron por propia voluntad más de una docena de ejecutivos medios. Y lo hicieron para ira a trabajar a los archi-rivales de HP. El negocio que más sufrió desde entonces fue el del almacenamiento de datos. Cuando Compaq fue comprada por HP era líder en ese mercado. Pero desde entonces, seis ejecutivos de alto nivel se fueron a trabajar con la rival EMC. Resultado: las ventas de HP en sistemas de almacenamiento cayeron 15% y las de EMC subieron 16%.
Entre las muchas personas que voluntariamente se fueron de HP está Mary McDowell, vicepresidenta senior de estrategia y desarrollo corporativo y jefa del negocio de servidores de Compaq antes de la fusión. Ahora maneja el grupo de soluciones empresariales de Nokia.
El último shock provocado por la caída de las ganancias de Hewlett-Packard ha hecho que los analistas comiencen a dudar si el talento gerencial de la compañía es lo suficientemente profundo como para reconvertir las principales unidades de negocios, cada vez más acosadas por sus rivales.
HP echó a otros tres ejecutivos de alto nivel luego de los decepcionantes resultados del tercer trimestre, y advirtió que las ganancias del actual trimestre no van a estar a la altura de las expectativas.
HP se debe defender de la feroz competencia que le hacen IBM con sus servicios y sistemas de mayor complejidad y precio, Dell con sus computadoras y servidores baratos y EMC con sus sistemas de almacenamiento.
Carly Fiorina, CEO de HP, adjudicó la responsabilidad por los malos resultados a las unidades de almacenamiento y servidores que son las encargadas de vender grandes computadoras y equipos de almacenamiento a clientes corporativos. Consecuentemente, a pocas horas de conocidos los resultados, despidió a los tres gerentes correspondientes.
La idea era que los despidos señalarían un movimiento agresivo para corregir los problemas de las unidades. Pero lo cierto es que en Wall Street crece la preocupación sobre la solidez del equipo gerencial de HP.
Crawford del Prete, vice-presidente del grupo de investigaciones IDC, recordó que uno de los objetivos de la adquisición de Compaq era insuflar un poco de entusiasmo en la pesada cultura corporativa de HP. Fiorina decía entonces que los ejecutivos de Compaq servirían como agentes de cambio. Sin embargo, desde la compra, uno a uno la compañía fue prescindiendo de esos agentes de cambio.
El equipo gerencial de HP perdió a tres ejecutivos clave de Compaq desde la fusión. Sólo dos de los 13 ejecutivos de mayor jerarquía en la empresa son originarios de Compaq. Los analistas del sector dicen que la plana mayor de HP es hoy muy parecida a la que tenía el grupo antes de comprar Compaq.
Pero el problema es mayor todavía. De la empresa fusionada se retiraron por propia voluntad más de una docena de ejecutivos medios. Y lo hicieron para ira a trabajar a los archi-rivales de HP. El negocio que más sufrió desde entonces fue el del almacenamiento de datos. Cuando Compaq fue comprada por HP era líder en ese mercado. Pero desde entonces, seis ejecutivos de alto nivel se fueron a trabajar con la rival EMC. Resultado: las ventas de HP en sistemas de almacenamiento cayeron 15% y las de EMC subieron 16%.
Entre las muchas personas que voluntariamente se fueron de HP está Mary McDowell, vicepresidenta senior de estrategia y desarrollo corporativo y jefa del negocio de servidores de Compaq antes de la fusión. Ahora maneja el grupo de soluciones empresariales de Nokia.