jueves, 26 de diciembre de 2024

Para reencaminar una organización es saludable buscar personas ajenas a ella

spot_img

De acuerdo con un estudio realizado or la Kellogg School of Management y la London Business School el reemplazo de un directivo que se marcha debe hacerse con alguien de fuera de la compañía. Es la única manera, dice, de cortar el hábito en la toma de decisiones.

<p>Si bien parece l&oacute;gico pensar que la persona ideal para reemplazar a un ejecutivo saliente es nombrar a alguien de adentro, muy familiarizado con la organizaci&oacute;n, los investigadores hablan de la alt&iacute;sima posibilidad de que tal persona tenga la misma tendencia que el anterior a tomar malas decisiones que comprometen a la compa&ntilde;&iacute;a. Alguien de afuera, en cambio, est&aacute; en condiciones de dar un giro fresco al modo de operar.</p>
<p>Pero muchas veces las compa&ntilde;&iacute;as cometen el error de decidirse por lo m&aacute;s l&oacute;gico para evitarse problemas y no correr riesgos para terminar empeorando la situaci&oacute;n. En el ejemplo particular del l&iacute;der que parte se puede ver esta situaci&oacute;n muy a menudo, ya que la mayor&iacute;a opta por entregarle el puesto a alguien conocido y perteneciente a la organizaci&oacute;n.</p>
<p>Una investigaci&oacute;n realizada conjuntamente por Kellogg School of Management y London Business School afirma que eso es un error porque es m&aacute;s saludable traer una persona nueva totalmente desligada del directivo que se va y de la empresa para que pueda tomar decisiones m&aacute;s independientes, ya que si el puesto lo ocupa alguien con alg&uacute;n tipo de lazo sicol&oacute;gico con la compa&ntilde;&iacute;a o con quien parte de ella, la tendencia es a que tome decisiones de la misma l&iacute;nea de las que tom&oacute; el directivo anterior, as&iacute; hayan sido negativas.</p>
<p>Esta conexi&oacute;n sicol&oacute;gica que tiene la persona dentro de la empresa que ocupa el nuevo puesto fue bautizada por los investigadores como una trampa en la que cae el nuevo l&iacute;der, indirectamente predispuesto a cometer los mismos errores que el anterior.</p>
<p>Ellos explican que si este reemplazo que provino del interior de la organizaci&oacute;n est&aacute; conectado, por sutil que sea, con su antecesor, este tender&aacute; a darles mayor credibilidad a los compromisos del directivo original e invertir&aacute; m&aacute;s en las decisiones que hab&iacute;a tomado esa persona, as&iacute; sean err&oacute;neas.</p>
<p>Los investigadores mencionan el ejemplo de la General Motors que reemplaz&oacute; a su CEO, Rick Wagoner, con su protegido, Fritz Henderson, con lo que, seg&uacute;n sugiere este nuevo estudio, la relaci&oacute;n que estos ten&iacute;an podr&iacute;a comprometer la efectividad de Henderson, contrario a la situaci&oacute;n que se dio en la Ford, en donde una persona de afuera, Alan Mulally, fue llamada para darle un completo giro a la compa&ntilde;&iacute;a. <br />
&nbsp;</p>

Compartir:

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Noticias

CONTENIDO RELACIONADO