Al hablar sobre su último libro referido a los argentinos, el titular de la consultora “W” fue consultado sobre los Precios Cuidados y la repercusión que tuvieron desde su lanzamiento a la actualidad.
“Los Precios Cuidados llegaron para quedarse. Son una opción frente a la suba de precios. No sólo son una solución ante el costo de vida sino que han posibilitado el incremento significativo de la venta de los productos incluidos”, afirmó.
“Técnicamente el plan estuvo muy bien hecho y comunicado, con campañas televisivas, radiales, en diarios, aplicaciones y en los puntos de venta”, describió.
También admitió que los Precios Cuidados son una necesidad no sólo para el público consumidor, sino también para muchas empresas, que a través del plan llegaron a franjas sociales antes no satisfechas.
“No hay que olvidar que además los Precios Cuidados incluyen primeras marcas. Muchas marcas indirectamente hacen `sampling` (promoción) de sus productos y se dan a conocer”, expresó.
Consideró que el plan es un verdadero “paliativo” en un contexto de aumento de precios, al tiempo que “generan una opción” de compra.
Argenchip
La importancia de la clase media, el apego a las marcas, las crisis recurrentes y la necesidad de “cambiar el chip” que nos permita “construir sobre lo construido” son algunos de los ejes centrales del libro “Argentchip”, en el que el especialista en consumo Guillermo Oliveto busca describir “cómo somos y cómo pensamos los argentinos”.
Según Oliveto, los argentinos siempre nos preguntamos cuándo nos llegará la hora del desarrollo y, a pesar de eso, habitualmente caemos en una suerte de crisis recurrente que hace necesario que de una vez por todas cambiemos el “chip” y modifiquemos nuestro destino.
“La Argentina tiene una gran oportunidad por delante, que la puede encaminar hacia el desarrollo con inclusión social. Es una oportunidad `histórica`, como no teníamos desde hace un siglo”, indica la hipótesis de base del libro “Argenchip. ¿Cómo somos y cómo pensamos los argentinos?”, de Editorial Atlántida.
Oliveto, de 42 años, licenciado en Administración de Empresas, observador de la conducta de los argentinos, en su cuarto libro habla de una suerte de destino circular cortoplacista nacional, al que califica de “ciclo-crisis” y se pregunta si podemos modificar ese “chip”.
El titular de la consultora “W” indica que para 2020 la producción agropecuaria argentina puede llegar a los 135 millones de toneladas y sostiene que en 2050, cuando el mundo tenga 9.000 millones de habitantes, va a necesitar de los alimentos y el agua que la Argentina y la región de Latinoamérica en su conjunto le puede dar.
No obstante esta buena perspectiva, los argentinos tenemos el hábito de la ciclo-crisis. “Estamos condicionados por la catástrofe latente”, los ciclos de crisis que nos hacen ahorrar en dólares para resguardar nuestros ahorros, reflexiona Oliveto en una entrevista con Télam.
“Si los argentinos somos capaces de cambiar el chip, dejando atrás la conducta pendular, y logramos romper con el marco mental de la ciclo-crisis, pudiendo de una vez por todas construir sobre lo construido, tenemos por cierto una oportunidad”, dice Oliveto al citar pasajes de su libro de 365 páginas.
“Aunque el 47 por ciento de la gente en la Argentina es de clase media, el 80 por ciento dice serlo, se siente que lo es o lo aspira”, cuantificó el investigador al recordar el ideal de clase de la mayoría del país.
Para Oliveto el consumo es una “identidad” nacional y los ciudadanos votan como consumidores, sufragando todos los días. Por esa razón las marcas terminan actuando como lo hacen los políticos, prometen para ser elegidas.
“El argentino se cree de clase media y se apega a las marcas”, comenta Oliveto. No obstante, la pirámide social, ese triángulo encabezado por la clase alta y media alta, seguido por el
segmento medio, seguirá teniendo una importante base de personas que conforman la franja de menores ingresos.
Oliveto rescata al peronismo como movimiento central en la historia argentina de los últimos 70 años. Recuerda la frase de Juan Domingo Perón de que “gobernar es dar trabajo” y destaca que el kirchnerismo en sus comienzos “arranca con la problemática del empleo y ve las maneras de cómo generar trabajo. Eso lo asemejó al peronismo de los primeros tiempos”, opinó.
“La herencia K es la recuperación del empleo”, afirmó.
Para Oliveto, Argentina no es un país fácil y quien asuma la conducción de la nación a partir de 2015 deberá atender las aspiraciones de clase media de la mayoría de la sociedad.
Oliveto destacó la extensión territorial del país, el octavo del mundo, y resalta el “fuerte protagonismo” que va a provenir del interior, con el potencial del agro y las economías regionales.
“Seguramente se producirán tensiones en cómo se distribuyen los recursos. Esto agudiza la idea de que el próximo presidente tenga la altura de un estadista, con una mirada integral y una fuerte sensibilidad social”, opinó.
“En el libro quiero transmitir un mensaje optimista. Si hacemos las cosas bien, nos va a ir bien. El futuro se construye”, aseguró.
“El 72 por ciento de los argentinos considera que la Argentina, para 2030 tendrá la oportunidad de crecer y desarrollarse. Si eso lo cree la gente y sus dirigentes, lo vamos a poder logar, eso cambiará el chip”, aseguró Oliveto.
