La cadena de cafeterías reestructuró su división entretenimientos a finales de la semana pasada, especialmente anunciando la partida de Ken Lombard, el presidente de la división y su reemplazo con Chris Bruzzo, su director de tecnología.
Anticipando menos ganancias que las previstas, reducción de ventas y un clima económico débil, Starbucks optó por dar menos importancia a a sus actividades secundarias como venta de muffins y entretenimiento e intentó poner el foco nuevamente en el café. Pero como el año pasado vendió 4,4 millones de discos compactos, parecía poco probable que Starbucks abandonara totalmente el mercado de la música.
No lo hará. Lo que hizo es alejarse de la estrategia adoptada por Lombard. Ya no procurará descubrir nuevos artistas o producir discos. Su sello musical, Hear Music, creado en marzo 2007 como parte de un esfuerzo para entablar relaciones directamente con artistas y distribuir sus grabaciones en locales de Starbucks, ahora será manejado directamente por el Concord Music Group, que había sido socio en la división.