Mujeres y adultos mayores perfilan al nuevo comprador

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Las necesidades del consumidor alrededor del mundo cambian de la mano de las grandes transformaciones que vive la humanidad: el crecimiento de la urbanización, el poblacional y el rol más protagónico de la mujer, según Nielsen.

El último informe Nielsen señala que existen tres grandes tendencias globales a partir de las cuales se configura hoy un nuevo shopper con necesidades específicas.

 

La primera de ellas es el crecimiento de la urbanización. En la actualidad casi el 50% de la población mundial vive en las grandes ciudades y todo indica que esta cifra seguirá en ascenso en los próximos años.

En segundo lugar,  las tasas de crecimiento poblacional decrecientes y la mayor expectativa de vida traen como resultado el envejecimiento de la población y la emergencia de un nuevo segmento de consumidores  de adultos mayores que tienen características y demandas particulares.

Finalmente, el rol cada vez más protagónico de la mujer en el mundo laboral conlleva transformaciones en sus hábitos de compra y consumo.

 

¿Cómo impactan estas nuevas tendencias en el consumo?

 

La urbanización y la mayor importancia que cobran los adultos mayores dentro de la población traen consigo hogares e inmuebles más pequeños y, consecuentemente, una reducción en el tamaño de la compra. Pero no sólo el tamaño de la compra se modifica, sino también su mix  favoreciendo a aquellos productos más saludables.

Asimismo, junto con el envejecimiento de la población, surgen nuevas necesidades de productos y servicios que puedan atender a los efectos del paso del tiempo.  

 

En la actualidad, algunos fabricantes y retailers ya están implementando nuevas estrategias para responder a la demanda de este nuevo shopper.

La mujer es otro de los grandes agentes de cambio y crecimiento. En este sentido, en la actualidad, las mujeres controlan el 66% del gasto en consumo a nivel global.

Asimismo, la presencia creciente de la mujer en el mercado laboral le ha dado oportunidades como nunca antes en el pasado. 

 

En Latinoamérica por ejemplo, el 80% de las mujeres son económicamente independientes.

La mujer cambió y también cambiaron sus necesidades. La falta de tiempo es hoy una de sus principales preocupaciones, por eso ofrecer productos y servicios que brinden practicidad y conveniencia, resulta un factor clave para el éxito.

En el ámbito del consumo, la búsqueda de eficiencia en el uso del tiempo se evidencia en el cambio en la frecuencia de compra. 

 

En los últimos años, se observa que a nivel global si bien el gasto de compra por ocasión aumentó, la frecuencia de visita a la tienda ha disminuido.

La búsqueda del equilibrio entre el trabajo y la vida personal  priorizando el buen uso del tiempo y el avance de la tecnología que posibilita medios alternativos de compra, son factores que contribuyen a esta tendencia.

 

El cambio como oportunidad

 

En conclusión, todos estos grandes cambios pueden resultar en grandes oportunidades si sabemos interpretar y comprender  las nuevas necesidades que traen aparejadas para el shopper.

Atender a las demandas especiales de los adultos mayores, simplificar la experiencia de compra, desarrollar iniciativas que ayuden optimizar el uso del tiempo, son en definitiva algunas de las muchas estrategias posibles para satisfacer estas nuevas necesidades y junto con ello alcanzar el éxito.

 

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