Nooyi está casada desde hace 34 años y tiene hijos. Ella afirma que el reloj biológico y el reloj de la carrera laboral están en abierto conflicto. Una mujer tiene pleno derecho de decidir tener hijos y emprender una carrera. Pero debe saber que justo cuando esté avanzando hacia la gerencia media, los niños la van a necesitar porque estarán en la adolescencia y para ese momento también es probable que el esposo se convierta también en adolescente, y la va a necesitar.
Nooyi recuerda la cantidad de veces que sus hijos la hicieron sentir culpable: no había asistido a una función escolar, no había llegado a tiempo a un partido, etc. Luego, dice, fue desarrollando algunos mecanismos de defensa. En una de esas tantas ocasiones en que no podía asistir a una reunión escolar, llamó ese mismo día a la escuela y pidió la lista de las madres que tampoco habían ido. Cuando su hija le recriminó la ausencia a la noche, ella pudo contestar: Fulana no estuvo, Mengana tampoco. De modo que no soy la única mala madre en esa clase.