Madura el mercado del lujo en Japón

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Hay algunas marcas cuyo mercado está saturado y no pueden crecer más. Otras, especialmente las que se sitúan como “lujo accesible” -generalmente no europeas-, siguen creciendo. Se avecina una reestructuración de las estrategias.

A juzgar por la actividad que se observa en los dos distritos comerciales más acomodados de Tokio, Omotesando y Ginza, parecería que los consumidores japoneses son presa de un ataque feroz de consumo. Parecería, por ejemplo, que la mitad de las mujeres que caminan por las calles de Tokio tiene una cartera Louis Vuitton.

El año pasado, varias marcas de artículos de lujo se trasladaron a la ciudad isleña, a veces a un costo exorbitante. Chanel inauguró en diciembre una tienda de diez pisos en Ginza, que significó una inversión de US$ 240 millones; Tod´s, la marca italiana de artículos de cuero, abrió una tienda en Omotesando con un costo de US$ 130 millones.

Sin embargo, no se observa un resurgimiento en las compras suntuarias; más bien, se calcula que durante 2004 se redujeron.

Algunos interpretan que la reducción es cíclica debido a pereza económica, sueldos deprimidos y el impresionante aumento de los viajes al extranjero. Los japoneses que viajan a otros países compran allí sus artículos de lujo y eso daña las cifras nacionales.

Otros expertos señalan un cambio estructural en patrones de gasto y preferencias de marca. Según esta interpretación, la población buscaría más valor por menos precio. Además, el mercado para algunas marcas está saturado, como es el caso de Louis Vuitton.

En paralelo, hay marcas relativamente nuevas en el mercado interno que registran aumento de ventas porque se ubican en la franja de “lujo accesible”, con precios más baratos que los de sus rivales europeos.

Para Ian Bickley, director ejecutivo de Coach, diez años atrás, tener una marca con tradición y autenticidad era suficiente para garantizar el éxito en Japón. Hoy, es necesario estar a tono con el estilo de vida de los consumidores. Por eso se destaca la estadounidense Coach, especialista en productos de cuero.

Bickley agrega han aparecido muchos negocios de segunda mano (de ladrillos y en Internet) donde compran, por ejemplo, carteras Louis Vuitton en estado impecable.

Esta nueva realidad está obligando a las empresas de lujo a reconsiderar sus estrategias de largo plazo. Para muchas, el consumidor elegido es la mujer joven que vive en casa de sus padres. Pero, a medida que la población envejece, tienen que modificar también el target.

A juzgar por la actividad que se observa en los dos distritos comerciales más acomodados de Tokio, Omotesando y Ginza, parecería que los consumidores japoneses son presa de un ataque feroz de consumo. Parecería, por ejemplo, que la mitad de las mujeres que caminan por las calles de Tokio tiene una cartera Louis Vuitton.

El año pasado, varias marcas de artículos de lujo se trasladaron a la ciudad isleña, a veces a un costo exorbitante. Chanel inauguró en diciembre una tienda de diez pisos en Ginza, que significó una inversión de US$ 240 millones; Tod´s, la marca italiana de artículos de cuero, abrió una tienda en Omotesando con un costo de US$ 130 millones.

Sin embargo, no se observa un resurgimiento en las compras suntuarias; más bien, se calcula que durante 2004 se redujeron.

Algunos interpretan que la reducción es cíclica debido a pereza económica, sueldos deprimidos y el impresionante aumento de los viajes al extranjero. Los japoneses que viajan a otros países compran allí sus artículos de lujo y eso daña las cifras nacionales.

Otros expertos señalan un cambio estructural en patrones de gasto y preferencias de marca. Según esta interpretación, la población buscaría más valor por menos precio. Además, el mercado para algunas marcas está saturado, como es el caso de Louis Vuitton.

En paralelo, hay marcas relativamente nuevas en el mercado interno que registran aumento de ventas porque se ubican en la franja de “lujo accesible”, con precios más baratos que los de sus rivales europeos.

Para Ian Bickley, director ejecutivo de Coach, diez años atrás, tener una marca con tradición y autenticidad era suficiente para garantizar el éxito en Japón. Hoy, es necesario estar a tono con el estilo de vida de los consumidores. Por eso se destaca la estadounidense Coach, especialista en productos de cuero.

Bickley agrega han aparecido muchos negocios de segunda mano (de ladrillos y en Internet) donde compran, por ejemplo, carteras Louis Vuitton en estado impecable.

Esta nueva realidad está obligando a las empresas de lujo a reconsiderar sus estrategias de largo plazo. Para muchas, el consumidor elegido es la mujer joven que vive en casa de sus padres. Pero, a medida que la población envejece, tienen que modificar también el target.

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