Como teoría, en estos tiempos en los cuales se dice que hay una gran batalla por conseguir gente talentosa de verdad, es algo difícil de entender. Pero Sydney Finkelstein, profesor de la Tuck School of Business del Dartmouth College, dice que ese fue el descubrimiento más notable que hizo cuando se puso a estudiar los rasgos más notables de los gerentes excepcionales. Explica esta teoría en su libro “Superbosses”.
Los mejores líderes buscan a los más talentosos, invierten en su desarrollo, no pelean por retenerlos porque saben que el èxito que tuvieron creando estrellas les va a atraer a otras, dice el autor.
La tecnología mejoró todas las facetas del negocio excepto una: la atracción y el desarrollo del talento. Los superjefes son los que se caracterizan por saber hacer eso muy bien: encontrar y mejorar a los buenos. Y lo hacen, dice Finkelstein, de cinco maneras diferentes:
* Contratan sobre la base de talento, habilidad y crean trabajos que se adecuen a esas promesas.
* Liberan la creatividad en sus empleados y los alientan a infringir las reglas.
* Son grandes motivadores, que inspiran a la gente a unirse y sacrificarse por el equipo.Liberan la creatividad en sus empleados y los alientan a infringir las reglas.
* A la vez delegan y controlan el detalle. Eso no es contradictorio como parecería, según él. Asignan proyectos a sus protegidos, luego se meten y los ayudan a resolver los principales problemas.
* Crean un efecto muy especial al juntar a la mejor gente, hacerlas colaborar entre sí y competir. Y así crean una cantidad de “egresados” agradecidos una vez que se han ido.
Los mejores gerentes tienen todas estas cualidades. Los buenos, tienen solo dos o tres.
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