domingo, 22 de diciembre de 2024

Lo básico del liderazgo y los riesgos de una visión

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Un gurú del liderazgo, Warren Bennis, nos dejó como legado varios estudios y planteamientos para afrontar nuestros tiempos.

Consideraba que uno de los más profundos desafíos modernos es lograr que se consolide el trabajo en equipo.

El prestigioso especialista estaba seguro que el liderazgo era la piedra angular para lograr ese objetivo. Los líderes son los catalizadores de la iniciativa y creatividad empresarial.

Por ejemplo, consideraba que los líderes deben contar con visión estratégica más allá de las puntuales decisiones inmediatas. Un equipo sin visión, es como un barco sin brújula. En su libro, Cómo llegar a ser líder (1990), considera este y otros aspectos que planteamos en este artículo.

Plantean una visión

Los líderes efectivos tienen una idea clara sobre lo que quieren lograr, tanto en el campo personal como profesional. Sin embargo, no se trata de una visión idílica, imposible de lograr. Al contrario, se trata de plantear lo probable y alcanzable, aunque ello signifique enfrentar contratiempos o incluso, redefiniciones.

No existe una visión sin asumir ciertos riesgos. Romper con los esquemas tradicionales supone ir más allá de lo que se considera “regular” y como es lógico, eso trae siempre una dosis de especulación sobre el futuro. Los líderes efectivos asumen el riesgo de apostar por un futuro incierto, pero tienen un objetivo que marca el camino.

Tienen pasión por lo que hacen

En Business Coaching School hemos trabajado con muchos empresarios que hicieron de su pasión un negocio. Por ejemplo, un destacado ejecutivo de una multinacional siempre soñó con trabajar en el desarrollo de plataformas para FinTech. Empezó como freelance y consultor, hasta que finalmente logró que lo contrataran como director de un proyecto en un gran banco. Por supuesto, gran parte de su mundo gira alrededor de la tecnología y la banca.

La pasión por una vocación, profesión o acción es un componente clave para un liderazgo efectivo. Nadie puede transmitir amor por cierta actividad, si no siente pasión por aquello. Esto nos lleva a una pregunta común: ¿Entonces debemos trabajar en lo que nos apasiona? Claro, sería lo ideal.

Lo que pasa es que muchas veces nuestra pasión no está necesariamente en una actividad concreta, sino en una acción. Por ejemplo, una persona que siente pasión por ayudar a las personas puede ocupar una posición en servicio al cliente, talento humano, ventas o incluso, cualquier subsistema empresarial que atienda a clientes internos.

Demuestran integridad

La integridad es mantener conductas que van acorde con nuestros ideales, valores y creencias. Esta se deriva, necesariamente, del conocimiento de sí mismo. Reconocer las fortalezas y debilidades nos permite actuar de acuerdo con nuestros propios principios y no dejarse llevar simplemente por temas coyunturales.

Un ejecutivo que promueve el aprendizaje, tiene que demostrar que también está abierto a aprender, incluso a partir de la retroalimentación de los demás. Si la retroalimentación le produce una reacción negativa, entonces pueden enfocarse en trabajar eso primero: ¿Por qué reacciono así cuando alguien me ofrece retroalimentación? De eso se trata el autoconocimiento, de un descubrimiento de brechas que deben y pueden ser mejoradas.

Crean ambientes de confianza

Para confiar, primero hay que ser confiable. La confianza es una característica de las relaciones. Un líder que es confiable, invita a otros a crear un ambiente de seguridad. No existe posibilidad de generar equipos de alto desempeño (EAD), sin esta condición. La razón es que un EAD actúa de forma autónoma, ¿cómo generar autonomía sin confianza?

Es curioso

Se refiere a que el líder siempre está cuestionando todo. Quiere aprender lo máximo posible y descubrir nuevas oportunidades allí, donde la mayoría no ve nada. Claro, esto se logra profundizando en aspectos específicos del negocio, conversando con los expertos y estudiando. Por lo tanto, la curiosidad lleva al conocimiento y este se produce en la interacción con los otros.

Son osados

Esta es una competencia que se suele describir como “Apertura al riesgo” o “Poca aversión al riesgo”. El líder tiene la valentía de asumir riesgos, siente la necesidad de experimentar y probar cosas nuevas. Claro, lo hace sin poner en riesgo grave al equipo o la organización.

Ventajosamente, hoy se puede generar espacios para el pensamiento, la reflexión y la prueba mental, previo a testear cualquier posibilidad en la vida real. Es lo que hace un buen Coach Ejecutivo en un proceso de acompañamiento para procesos específicos: lleva a su coachee a plantear escenarios, revisar pros y contras, validar otras opciones y finalmente, a tomar una decisión.

Estas características del liderazgo planteadas por Warren Bennis pueden aplicarse a cualquier tipo de organización. Son conductas que podrían catalogarse como universales. Por supuesto, no pretenden ser un recetario, sino un guía que permita a muchos líderes o futuros líderes prepararse para afrontar los retos de la economía del conocimiento.

 

 

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