En el último Foro de Davos, Suiza, la compañía Vitality, que diseña programas para la promoción de la salud en las empresas, presentó la propuesta para que las compañías comiencen a implementarlo y ya hay por lo menos tres interesadas: Johnson & Johnson, IBM y PepsiCo.
¿Qué es lo que, de implementarse, ese programa va a informar? Ãndice de masa muscular , nivel de tabaquismo , de ansiedad y de estrés. Los datos no irían acompañados de nombre y apellido, serían anónimos pero servirían para dar a sus receptores una idea del nivel general de salud de los empleados de la compañía.
Esto lo interpretan algunos analistas como un intento de las empresas norteamericanas por bajar el costo de los sistemas de salud (que asumen ellas) premiando a quienes cuidan su salud y castigando a los que no. En cierta medida, eso ya se está dando en Estados Unidos. Una ley aprobada en 2010, la ley del Affordable Care, o atención sostenible establece que los empleadores pueden castigar a los empleados que se niegan a someterse a exámenes médicos o programas de salud. Cobrándoles hasta 30% más por la cobertura médica.
La idea puede lograr, o no, los objetivos de ahorro. Pero en cualquier caso, podría tener efectos secundarios preocupantes. La principal es que ciertos datos sobre la salud, que tal vez los empleados no quieran revelar, van a ser de dominio público, especialmente entre otros posibles empleadores. Hasta la Obesity Action Coalition , una ONG de Florida, cree que la medida sería problemática porque estigmatizaría a los empleados.