Por Luis Salerno (*)
En primer lugar, me pregunto ¿de qué hablamos cuando nos referimos a flexibilidad laboral? ¿Se trata de poder elegir dónde, cuándo y cómo trabajar?
Es un modelo de trabajo que claramente impulsó e instaló la pandemia. El home office paso a ser algo natural y la modalidad más adoptada por las empresas en su camino a la flexibilidad. Esto nos responde la pregunta de dónde trabajar.
Pero ¿estamos preparados para el cuándo y cómo? ¿Podemos trabajar de forma asincrónica?
Según un informe publicado por Linkedin, «Los empleados que se sienten satisfechos en cuanto a la flexibilidad horaria y las opciones de teletrabajo de su organización tienen 2,6 veces más probabilidades de sentirse realizados y son 2,1 veces más propensos a recomendar trabajar en la empresa».
Aumentan 35% las interacciones en Linkedin cuando la publicación de una empresa hace alusión a la flexibilidad. Y si hacemos foco en la generación Z, aumentan un 77%.
Está claro que la flexibilidad se instaló como modelo de trabajo y recurso clave para la atracción de talentos. Las empresas deberán cada vez más profundizar en el cuándo y cómo.
Un punto importante a futuro por parte de las empresas será el trabajo por objetivos. El impacto es positivo en el nivel de productividad.
La modalidad del trabajo por horas demostró que estar en el trabajo frente a un escritorio no significa siempre estar trabajando. La tendencia del trabajo por resultado avanza. En el futuro las empresas valorarán a los empleados por su capacidad de lograr los objetivos, y no por las horas que pasan en sus escritorios.
De esta manera dejará de importar dónde, cuándo o cómo lo hiciste, sino el resultado del mismo, dándole mayor competitividad y productividad al negocio.
Fuente: Encuesta brújula de negocios Auren + “Global talent trends” de Linkedin
(*) Gerente de BPO de Auren Argentina.