Los números son claros en una investigación realizada por la Rockefeller Foundation: 80% de las noticias referidas a crisis en organizaciones donde la jefa es una mujer, la señalan como responsable, pero en situaciones similares donde el jefe es un hombre, éste recibe solo 31% de las acusaciones.
La investigación descubrió que 49% de las notas periodísticas sobre una jefa mujer mencionaban específicamente su género, pero solo 4% de los artículos lo hacía si el jefe era hombre. O sea, el género merece mencionarse solamente si es femenino.
Los analistas advirtieron también que los artículos mostraban una tendencia a comentar aspectos de la vida privada de la ejecutiva en proporción de 2 a 1 con respecto a la vida privada si el ejecutivo era un hombre. En medio de la crisis de una compañía, los artículos eran más benévolos con las respuestas de un hombre que con las de una mujer.