Contrariamente a todas las expectativas, dice Wolff, el negocio de la televisión se ha fortalecido en los últimos 20 años. Internet no la mató como lo hizo con la gráfica y la música. La televisión, dice era antes un negocio simple. Todos tenían una caja en su living y los anunciantes m pagaban sus avisos según el tamaño y la naturaleza de la audiencia. Era un negocio totalmente dominado por la publicidad. Los productores de contenido televisivo variaban sus costos en términos del valor relativo de la audiencia, entonces la hora pico era el momento más caro para anunciar.
Luego vino el cable, que al final lo único que hizo fue abrir más canales para los productores de contenido y los anunciantes, además de aumentarles los ingresos porque las cdompañías de cable tenían que comprar contenido para sus redes. Y ahora incluye también streaming, sindicalización, derechos internacionales y una cantidad de otras fuentes de ingresos que los tipos de la televisión aprovechan. La clave de todo esto está en que ellos han encontrado la forma de mantener la exclusividad de su contenido. Eso es lo que ha hecho que el contenido vuelva a ser rey.
En conversación con Strategy + Business Wolff explica que lo que hace tan sostenible el modelo de la televisión es el producto. Una programación en forma de relato. Es lo único que logra mantener la atención de la audiencia de principio a fin. Es un atributo muy poderoso que además incluye deportes, una de las principales armas en el arsenal de muchos programadores de televisión. Y ahora además está en parte sostenida por las suscripciones. La gente está dispuesta a pagar por el contenido que quiere. El acceso a la programación televisiva ha venido creciendo en forma exponencial. Antes la televisión era un buen negocio porque todos tenían un televisor. Ahora todos tienen muchos dispositivos que muestran programación. Es un momento fabuloso para la gente que está creando productos de televisión.
