De igual manera, los padres están más interesados en pasar sus horas de trabajo en la oficina que los que no tienen hijos.
Japón, el Reino Unido y Canadá son los países en los que los trabajadores tienen más deseos de continuar haciendo Home Office.
La nueva normalidad presenta a los líderes el desafío de aprovechar las oportunidades que genera y la posibilidad de crear estructuras y recursos que garanticen que este nuevo modo de trabajar es a prueba de futuro. Las empresas deben centrarse en el bienestar, en reconectar a líderes y trabajadores, y entender que la prioridad son las necesidades de los trabajadores.
De manera global, los trabajadores desean mantener un modelo de trabajo híbrido según el cual más de la mitad del tiempo trabajarían de forma remota (53%) y el resto del tiempo en la oficina (47%). Existen tendencias interesantes relacionadas con esto. Pese a lo que podría pensarse, las generaciones más jóvenes desean pasar más tiempo en la oficina.
Los trabajadores de la generación Z, por ejemplo, quieren pasar el 56% de su tiempo de trabajo en la oficina. Por lo general, cuanto más joven es el encuestado, más probabilidades hay de que tienda a querer pasar tiempo en la oficina. Esto sugiere que necesitan la estructura de incorporación y contar con expertos a su alrededor que puedan ayudarles en persona, mientras que los trabajadores senior ya tienen la experiencia y conocimientos suficientes para trabajar con mayor autonomía.
Los datos surgen del Resetting Normal 2021, un estudio global realizado por el Grupo Adecco que se centra en las perspectivas a partir de 2021. Participaron 14.800 encuestados de 25 países, entre ellos, empleados de oficinas de Argentina, Bélgica, Brasil, Canadá, China, Dinamarca, México, Noruega, Países Bajos y Suiza.
Algunos de los datos
Los padres y madres quieren pasar más tiempo en la oficina (51%), que aquellas personas que no tienen hijos (42%).
Los jóvenes prefieren pasar más tiempo en la oficina: 56% Generación Z, 48% Millennials, 46% Generación X, 44% “Boomers”.
Trabajar a distancia post pandemia:
Japón 64%
Reino Unido 63%
Canadá 62%
España 59%
Países nórdicos 54%
Alemania 54%
Latinoamérica 54%
- UU. 54%
China 23%
Todos quieren que el 40% de su jornada laboral, como mínimo, sea a distancia (excepto en China).
Año y medio después de que la pandemia obligase a trabajadores y empresas a adoptar formas de trabajar remotas e híbridas, todavía se considera que la flexibilidad aporta ventajas universales, con una fuerte aceptación por parte de la dirección ejecutiva.
Tanto los trabajadores como los líderes están de acuerdo con las ventajas del trabajo híbrido en la nueva normalidad, y 8 de cada 10 afirma que los empleados y las empresas se beneficiarán de tener una mayor flexibilidad en cuanto al tiempo invertido en la oficina y a distancia. Además, la mayoría cree que los modelos de trabajo híbrido ofrecen oportunidades para crear una fuerza laboral más diversa e inclusiva que beneficiará a las personas con discapacidad (75%), a los trabajadores con hijos a su cargo (73%) y a las personas con diferentes circunstancias (69%).
Globalmente, el 71% de las personas han creado entornos de trabajo remoto efectivos para ellos mismos y exactamente la misma proporción afirma que trabajar a distancia más frecuentemente de lo que hacían antes de la pandemia será importante para ellos en el futuro.
El regreso a la oficina
A pesar de la actitud positiva en general hacia el trabajo híbrido, existen tensiones entre el modo en que los empleados desean trabajar después de la pandemia y lo que esperan que las empresas permitan hacer. Existe una preocupación generalizada acerca de que las empresas exigirán más tiempo en la oficina, sobre todo entre los que no son supervisores.
Para los trabajadores, lo ideal es pasar el 47% del tiempo trabajando en la oficina, pero temen que las empresas esperen que trabajen in situ al menos el 61% del tiempo. Esta tensión se observa de forma más significativa entre los no supervisores, que desearían trabajar a distancia el 59% de la semana, pero esperan que las empresas solo les permitan trabajar a distancia el 41% del tiempo.
Aunque hay alegría por regresar a la oficina física y ver a los compañeros entre el 57% de los encuestados, también hay algo de inquietud (43%). Los que sienten inquietud ante la perspectiva de volver a la oficina, parecen estar más preocupados por las ventajas del teletrabajo que podrían perder.
Trabajo híbrido
- Los dieciocho últimos meses han demostrado que el trabajo a distancia no supone una pérdida automática de productividad, y que una manera de trabajar más flexible e inclusiva es posible. Los trabajadores quieren conservar la flexibilidad sobre el lugar de trabajo y el horario.
- El desafío para las organizaciones consiste en aprovechar todo esto y crear estructuras y recursos que garanticen que este nuevo modo de trabajar esté preparado para los desafíos del futuro, con independencia de la ubicación de los empleados.
- Es importante que las empresas valoren la posibilidad de encontrar un modelo híbrido con el equilibrio adecuado entre el trabajo a distancia y en la oficina para todos sus empleados, y que recuerden que no existe una solución universal que encaje con sus necesidades particulares.
- La flexibilidad y las opciones de trabajo a distancia ya no son simplemente un valor añadido “interesante”, sino algo que los trabajadores esperan como parte de las directivas de la empresa para atraer y conservar a los mejores profesionales.
- Sin embargo, la oficina física seguirá siendo importante en la nueva normalidad. Las empresas deben empezar ya a decidir qué van a hacer para aportar un entorno de trabajo agradable, cómodo y seguro en el que la comunicación, las relaciones entre empleados, el ánimo y el sentido de equipo y de cultura corporativa puedan crecer, sobre todo para aquellos trabajadores que sienten inquietud ante el retorno a la oficina.
- Se espera que el cambio a un modelo híbrido de trabajo genere más oportunidades para los que son padres y madres, las personas con discapacidad o las que provienen de contextos distintos a la mayoría. Las empresas deberían aprovechar la dinámica actual para potenciar la diversidad, la igualdad y la inclusión, a fin de servir de apoyo y asistencia para estos grupos.