El argentino promedio se desconcierta cuando una empresa de servicios lo trata como a un cliente, y no como a un usuario cautivo (aunque, en muchos casos, todavía lo sea). Esa cultura, no habituada al customer care, hace que muchos proyectos de CRM dejen de lado los objetivos básicos del modelo: obtener la mayor utilidad posible de cada interacción entre empresa y cliente.
No obstante lo anterior y las incertidumbres sobre el futuro económico, la sigla CRM actúa como un imán de empresarios en cualquier evento tecnológico. La expectativa del mercado es grande, y según varios expertos, el crecimiento latinoamericano irá alcanzando el ritmo global. Alejandro Lucero, de American Soft, espera 100% de expansión anual en CRM, el software y los servicios conexos.
El argentino promedio se desconcierta cuando una empresa de servicios lo trata como a un cliente, y no como a un usuario cautivo (aunque, en muchos casos, todavía lo sea). Esa cultura, no habituada al customer care, hace que muchos proyectos de CRM dejen de lado los objetivos básicos del modelo: obtener la mayor utilidad posible de cada interacción entre empresa y cliente.
No obstante lo anterior y las incertidumbres sobre el futuro económico, la sigla CRM actúa como un imán de empresarios en cualquier evento tecnológico. La expectativa del mercado es grande, y según varios expertos, el crecimiento latinoamericano irá alcanzando el ritmo global. Alejandro Lucero, de American Soft, espera 100% de expansión anual en CRM, el software y los servicios conexos.